Hoy se llevaba a cabo la última excursión de ese viaje, el mismo que cerraría uno de los últimos momentos con todos tus compañeros, algunos que venían de la primaria, otros que se incorporaron después, pero sobre todo con tus amigas.
Como todas las mañanas te levantaste y enviaste un mensaje de buenos días a tu novio, quien al parecer dormía, porque está vez no te había contestado rápidamente como otra veces.
Luego entraste al baño para higiene y poder despertar a tus amigas, porque ya las estaban esperando para desayunar.
Cuando lo lograste, esperaste a que estuvieran listas, y después bajaron junto a los demás.
Era la última mañana que verían ese paisaje, puesto que esta misma tarde/noche partían hacia sus hogares.
Así que allí estaban, en camino hacia el Cerro catedral, donde esquiarian por última vez.
La noche anterior habían salido y como también era la última, tus amigas y vos se tomaron hasta el agua de los floreros, que tuvo como consecuencia un fuerte dolor de cabeza, pero no te importaba nada, hoy era el último día y tenías que disfrutar al máximo.
Una vez que llegaron a destino, nuevamente los separaron por pequeños grupos, y les entregaron todas las cosas, las botas, las tablas, bastones, etc; para luego ir subiendo de a poquito.
Los coordinadores los esperaban arriba para mostrarles lo que tenían que hacer, así que ustedes tres estaban poniéndose en posición para finalmente poder esquiar.
El pánico comenzó a apoderarse de vos, no sabías como manejarte y ya no te era posible parar, tus amigas venían atrás riendo a carcajadas pero vos sentías unas ganas terribles de llorar.
De repente, dejaste de sentir tus manos, comenzaste a sentir calor, la vista poco a poco iba nublandose y lo viste todo de color negro.
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Escuchaste gritos entre otras cosas, pero no te sentías capaz de abrir los ojos.
A los pocos segundos sentiste que te cargaron, y cuando finalmente pudiste abrir los ojos, viste a tres personas vestidas de blanco y a tu alrededor.
-Hola Paula-- saludo el mayor de ellos, un hombre de aproximadamente 50 años--
-Hola-- dijiste un poco confundida--
-¿estas mejor? ¿Te duele algo?-- preguntó y negaste, aunque tu brazo derecho dolía levemente-- ¿me podés decir que te paso? -- preguntó e intentaste recordar que fue lo que había pasado--
-no sé, estaba re bien...y deje de sentir mis manos y mis piernas-- dijiste, porque no recordabas haberte tropezado ni lastimada--
-esta bien…¿desayunaste esta mañana?-- preguntó y asentiste-- bien-- dijo el, mirándote y luego desviando su mirada hacia una de las enfermeras, a quien le hizo un asentimiento y desapareció a los pocos segundos. El te regaló una sonrisa-- todo va a estar bien, tus amigas están esperándote afuera-- dijo y sonreiste levemente. En ese momento, la enfermera volvió a entrar y trajo consigo una caja de color rosa, automáticamente comenzaste a sudar, ¿que se suponía que era eso?-- no te asustes, solo es para descartar cualquier cosa-- dijo el--
-no estoy embarazada-- dijiste mirando la caja que había puesto frente a vos. El sonrió--
-tranquila, solo es para asegurarnos de que no es eso y que la causa fue otra-- dijo y asentiste, el te entregó la caja y te señaló una puerta que imaginabas se trataba del baño-- ahí están las instrucciones, tranquila...todo va a estar bien-- dijo y asentiste--
Te pusiste de pié, suavemente y en silencio y te dirigiste hacia esa puerta.
Entraste al baño y soltaste un suspiro, ni siquiera tenías porqué estar nerviosa, venías tomando pastillas hace un tiempo y no existían posibilidades. Pero de repente te había entrado la duda.
Leíste las instrucciones y mientras lo hacías ibas sacando el contenido de la caja.
Con todo el miedo del mundo lo hiciste y esperaste los minutos estipulados.
Tu corazón latía con fuerza y sentías que la sangre había dejado de correr por tu cuerpo, pero ¿que podías hacer?, Lo único que hiciste fue salir del baño, el doctor te esperaba sentado, y cuando te vio salir te sonrió.
-¿y?-- preguntó-
-todavia no lo vi, no me animo-- dijiste y el sonrió para luego levantarse--
-tranquila Paula, todo tiene solución-- dijo y suspiraste y lo viste entrar al baño. A los pocos segundos el salió con la prueba en la mano. Su cara no demostraba nada pero aún así, su silencio aumentaba tu pánico--
-digame por favor que dió negativo...por favor-- dijiste cerrando tus ojos y pidiéndole a Dios internamente que diera negativo--
-me encantaría decirte que es negativo...pero no, es positivo Paula-- dijo y automáticamente tus ojos se llenaron de lágrimas-- ¿Queres saber de cuánto estás? ¿O preferís irte así?-- preguntó y te quedaste muda, no sabías que hacer ni que decir. El mundo se había detenido para vos, en ese “positivo”--
-me quiero ir-- dijiste de repente y lo viste rodearte--
-no es el fin del mundo Paula, quizás no es el mejor momento, pero tu bebé ya está acá-- dijo y asentiste-
-esta noche volvemos...ya veré qué hacer después-- dijiste y el sonrió--
-Hay muchas alternativas...no te preocupes, estoy seguro de que vas a encontrar alguna forma-- dijo y asentiste--
-gracias...y por favor, no diga nada, es el último día que estoy acá-- dijiste y el asintió--
-no voy a decir nada-- dijo y finalmente saliste del consultorio.
El nudo que tenías en la garganta se hacía aún más grande con el paso de los segundos.
Pero ya ni siquiera podías pensar, tus amigas estaban afuera y te sonrieron al verte salir sana y salva, e intentaste con todas tus fuerzas hacer lo mismo, para dejarlas tranquilas.
Inventaste cualquier excusa y sin nada más para decir, volvieron al hotel, donde comenzaron a preparar sus cosas para volver a casa. 'mi amor… te necesito tanto’ dijiste a tus adentros, como si el pudiera escucharte.
Suspiraste y tomaste tu celular, tenías mil llamadas perdidas de su parte. Frunciste el ceño y abriste el chat de él.
-¿Me vas a seguir diciendo que estaba loco? ¿que solo pensas en mí? ¡¿Estoy loco?!, No lo puedo creer, pero supongo que una parte de mí sabía que algo como esto iba a terminar pasando, y puedo ser cualquier cosa, pero cuando presiento algo, termina siendo verdad… sin embargo me terminaste decepcionando.
Y adjuntó junto a ese mensaje, una foto, donde se veía claramente el besó que Sebastián te había dado la otra noche. Tu pulso se aceleró y sentiste que la respiración comenzaba a fallarte. No, no,no,no….tus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
Automáticamente marcaste su número, este ni siquiera llegó a sonar, puesto que lo había apagado.
-Paula, ¿Que te pasa?-- preguntó Camila cuando comenzaste a llorar--
-Pedro-- dijiste en medio de un sollozo--
-¿Que pasa gorda?-- dijo Naiara preocupada. Vos no hiciste nada más, sino que le entregaste tu celular para que vieran por ellas mismas-- Sebastián es un hijo de puta-- dijo y quisiste morir.
¿Algo más podía pasarte? Embarazada...y con su padre seguramente a punto de dejarte.
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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤
(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana subiré nuevamente ❤)
Me sigue apareciendo cuando comenta la misma persona
No me hagas estoooo no, sabía que algo iba a pasar.. :( quiero otro capítulo..
ResponderEliminar@natiamorporpepe
Noo!! Pobre Pau y pobre Pepe tambien!!! :(
ResponderEliminarNooooo @PauliterFer
ResponderEliminarAy nooo, venia todo muy bien parecia raro ya 😂😂 exijoooo otro💔 @belnconti
ResponderEliminarAyyyyyyy, nooooooooo, x favorrrrrrrrrrr, no puede estar pasando esto!!!!!!! Necesito otro cap!!!!!!
ResponderEliminarOtro yaaaa por favooooor!!!!
ResponderEliminarOtroooooo!!!!❤
ResponderEliminarOtroooooooooo subinos dos por favor!
ResponderEliminarNecesito leer el próximo, muy intenso todo.. @andypauliter
ResponderEliminarYa me parecía raro tanto amor jaja, subí otro @merypauliter
ResponderEliminarOtro pls
ResponderEliminarAy mujer nos queres matar?
ResponderEliminarAhhh me dias muda no lo puedo creer que no la deje que le deje explicarle espero el próximo besos @iara_tefipyp
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