Capítulo 117

Cuando ya no quedó nada dentro de tu estómago, cepillaste tus dientes y te cambiaste con un buzo de Pedro para poder acostarte.

El miraba atentamente​ cada uno de tus movimientos, sabías que le preocupaban​ demasiado estos malestares.

-¿Que pasa?-- preguntaste mirándolo mientras te acostabas--  mi amor, esto es normal, el doctor lo dijo-- dijiste y el se acercó--

-igual me preocupa, para mí nada de esto es normal….y me asusta-- dijo el y sonreiste--

-creeme que a mi también...pero aunque no quiera tengo pasar por esto-- dijiste y el se quitó la camisa-- ¿Otra vez no vas a ir a trabajar?-- preguntaste--

-no puedo dejarte así...y tampoco quiero hacerlo, ustedes dos me necesitan más-- dijo y se acercó a la cama para acostarse a tu lado. Automáticamente te acurrucaste en su pecho--

-te amo-- dijiste y el besó tu frente--  tengo miedo de no poder con esto, es solo el principio y ya no sé que excusas meter para no desayunar a la mañana, para tener que salir del curso a cada rato para vomitar, para no ir a educación física. Para no ir a danzas-- dijiste suspirando--

-ya te había dicho que te iba a respetar. Pero me parece que todo se va a ir complicando más si no lo decimos amor-- dijo el, acariciando tu cintura, debajo de su buzo--

-no es fácil-- dijiste--

-obvio que no es fácil, no dije eso… pero tenemos que ir pensando en como hacerlo-- dijiste y besaste su pecho--

-ni siquiera puedo imaginar la situación-- dijiste y el suspiró--

-me tengo que ir preparando para las piñas de tus hombres-- dijo él y sonreiste--

-me encantaría decirte que no lo creo...pero sí, estoy casi segura-- dijiste--

-gracias por tu apoyo-- dijo el y reiste. El te abrazó y cerraste tus ojos para aspirar su aroma...bueno, esa era tu intención hasta que de repente tu estómago volvió a revolverse y saliste disparada al baño.

Nuevamente te quedaste arrodillada frente al inodoro y Pedro llegó atrás tuyo. Levantaste tu mano y le dijiste que se detuviera.

-por favor...no te acerques-- dijiste--

-Pero Paula-- dijo él--

-Pedro no, es tu perfume, por favor. Andate-- dijiste desesperada y el te miró--

-pero si dijiste que te gustaba --dijo--

-ahora me da náuseas, ¡Pedro andate!-- dijiste antes de volver a vomitar. El te miró algo descolocado pero finalmente salió del baño dejándote sola--

Te quedaste por unos cuantos minutos allí, hasta que sentiste que eras capaz de volver a levantarte. 

Enjuagaste tu boca una vez más, y saliste del baño 

para luego ver a Pedro sentado en la punta de la cama, mordiste tu labio inferior, el levantó la mirada.

-no me preguntes qué pasó, porque ni yo lo sé….solo te pido que te bañes, tu perfume me dió náuseas-- dijiste y el te miró--

-esto ya no es normal-- dijo apuntándote con el dedo, vos sonreiste--

-si es normal, comida, mareos, olores, todo es normal-- dijiste y el suspiró--

-me voy a bañar, y después vamos a ir al obstetra-- dijo antes de desaparecer dentro del baño. Vos por tu parte te quedaste allí en la habitación.

Te recostaste en la cama y a los pocos segundos apareció Pedro, con una toalla en su cintura y secándose el cabello con otra más pequeña, tu boca se secó y tu pulso se aceleró un poco. Tenía que ser ilegal ser tan lindo como él solo.

-espero haberme sacado el olor de encima-- dijo y sonreiste para acercarte y abrazarlo--

-creo que sí-- dijiste perdiendote en su cuello y aspirando su aroma a limpio--  gracias-- dijiste y el besó tu frente--

-de nada mi amor...aunque no me gusta que te sientas mal--dijo y mordiste tu labio inferior--

-ya te dije que es normal...no te preocupes-- dijiste y el te miró-- y cámbiate, que hace frío y me tentas-- dijiste, el sonrió--

-¿si? ¿te tiento?-- preguntó y vos te separaste--

-no tendría que haber dicho eso-- dijiste caminando hacia atrás. Él sonrió y camino hacia adelante--

-pero lo dijiste-- dijo él y sonrió--

-si, lo dije. Pero no estoy en condiciones de hacer lo que estás pensando-- dijiste y el sonrió--

-¿y cómo sabes lo que estoy pensando?-- dijo y reiste--

-tu cara lo dice todo nene-- dijiste y el rió--

-quiero que me aprietes las nalgas-- dijo y reiste. No iba a soltar jamás aquella conversación con tus amigas que escuchó--

-superalo-- dijiste y te acercaste para rodear su cuello con tus brazos--

-jamas-- dijo besando tu cuello--

Finalmente Pedro se cambió y ambos se acostaron nuevamente. Dormiste un poco y cuando te levantaste comiste algo porque tampoco era bueno andar con el estómago vacío, pero es que tu bebé no dejaba de rechazar todo lo que comías. Rogaste para que no sucediera otra vez.

Antes del mediodía, tus amigas te avisaron de que habían salido temprano, así que le pediste a Pedro que te llevara a casa, aunque no le gustó mucho la idea, lo hizo de igual forma.

-quiero que me avises cualquier cosa-- dijo cuando se detuvieron frente a tu casa--

-si mi amor...te lo prometo, deja de preocuparte-- dijiste--

-no me pidas eso cuando esta mañana no dabas más del malestar --dijo y mordiste tu labio inferior para acercarte y poder besarlo--

-perdon...pero ya estoy mejor, te lo juro-- dijiste y el volvió a besarte-

-voy a pasar ahora a la noche para ver cómo estás-- dijo el y sonreiste--

-te espero entonces-- dijiste y te besó-- te amo-- dijiste--

-yo a vos, a ustedes-- dijo y lo besaste una vez más antes de salir del auto.

Lentamente te dirigiste hasta tu casa y cuando abriste la puerta viste que Pedro arrancó.

La casa estaba en silencio, y es que todavía no había nadie, excepto por Helena, que debía de estar cocinando, o rondando por la casa.

Como la cocina estaba vacía, subiste a tu habitación para poder cambiarte con tu pijama. Te llevaste una gran sorpresa cuando la viste a Helena en tu habitación.

-Hele... hola--dijiste y ella se dio la vuelta...pero lo que tenía en su mano, hizo que te bajará la presión.

-Hola Paula-- dijo ella y viste las pastillas de ácido folico en sus manos.

Comenzaste a sentir calor de repente...y ya te costaba respirar.

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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


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