Capítulo 121

Despacito te levantaste de la mesa regalándoles una sonrisa que te hiciera pasar desapercibida, pero en cuanto llegaste a los últimos escalones, tuviste que correr hacia tu cuarto, porque ya no te creías capaz de aguantar por mucho más.

Cerraste la puerta del baño y sin poder contenerte, re arrodillaste frente al inodoro y devolviste tu desayuno y más.

Las arcadas parecían no querer desaparecer, tenías miedo de hacer mucho ruido  y que te escucharan pero no podías hacer más silencio que el que hacías.

Unos leves golpes en la puerta llamaron tu atención.

-¿Mi vida?-- escuchaste la voz de Pedro al otro lado. Como pudiste te arrastraste hasta la puerta y la abriste, el te miró desde arriba-- ¿Estás bien?-- preguntó y negaste con la cabeza, el cerró la puerta y se arrodilló frente a vos--  no estás pudiendo comer nada últimamente-- dijo e hiciste un puchero--

-no puedo creer que rechacé ese almuerzo, por Dios-- dijiste y lo viste sonreír mínimamente-- y no va a ser la última vez-- dijiste suspirando y el se sentó en el suelo, para luego acercarte a su cuerpo y besar tu frente--

-ya está, ya va a pasar esta etapa de las náuseas-- dijo el--

-ojala-- dijiste y te pusiste de pié para cepillarte los dientes. En ese momento, la puerta del baño se abrió y Helena entró con una cara de preocupación--

-¿Estás bien? ¿Fue el olor?-- preguntó y sonreiste para luego asentir--

-este bebito me va a traer mil dolores de cabeza-- dijiste y ella sonrió--

-¿Que tenés ganas de comer? Así te preparo algo para que comas, porque no podés estar sin comer-- dijo y frunciste los labios--

-milanesas-- dijiste y ella sonrió para besar tu mejilla-

-ahora subo y te traigo-- dijo y asentiste para darle las gracias. Pedro y vos quedaron solos nuevamente, el te acercó con sus brazos rodeando tu cintura y vos su cuello--

-¿Es normal que todo el tiempo esté pensando en como va a ser su carita?-- preguntó agarrándote desprevenida, mordiste tu labio inferior y rozaste tu nariz con la suya--

-no sé si es normal, pero yo tampoco dejó de imaginarlo, o imaginarla-- dijiste y lo besaste, en ese momento la puerta se abrió, tu papá los miraba preocupado.

-hey, ¿Que está pasando acá?-- preguntó tu papá y ustedes se separaron lentamente--

-papi, nada, Pedro vino a ver si estaba bien, le dije que me dolía la panza nada más -- dijiste sonriendole y el sonrió--

-pero si dijiste que no tenías hambre-- dijo el y reiste--

-por eso, sabía que estaba mintiendo-- dijo Pedro y vos abrazaste a tu novio--

-mmm mejor que sea eso, no me quiero enterar que estás haciendo llorar a mi nena Pedro eh-- dijo y Pedro besó tu frente--

-Jamas Miguel--  dijo y sonreiste--

-bueno, ahora vayanse que vine a cambiarme-- dijiste echándolos de tu cuarto. Pedro te besó antes de salir y vos te quedaste adentro intentando normalizar los latidos de tu corazón--

Una vez que te cambiaste, todos te llamaron para el postre pero cuando dijiste que te dolía la panza dejaron de molestarte, y a los pocos minutos la tuviste a Helena con una bandeja y un plato con milanesas, vos sonreiste.

-gracias por todo lo que estás haciendo Hele-- dijiste sincera, ella sonrió--

-estoy haciendo exactamente lo que tú mama hubiera hecho si estuviera acá-- dijo y sonreiste con nostalgia--

-la necesito tanto Hele, tengo tantas cosas que preguntarle...tanto que contarle-- dijiste y ella besó tu mano--

-mientras me dejes, puedo contestar todas tus preguntas y puedo escuchar todo lo que tengas para contarme-- dijo ella y te acomodaste para darle un abrazo por encima de la bandeja--

-siempre, gracias-- dijiste besando su mejilla-

Ella se quedo hasta que terminaste de comer y luego le dijiste que llamara a Pedro para que se despidiera vos. 

El subió a los pocos minutos dejándote saber que se quedaría un rato con Gonzalo, así que luego de un beso, el se acostó a tu lado hasta que te quedarás dormida.

Despertaste con el sonido del despertador, la misma que te informaba que tenías danzas. 

Suspiraste, tendrías que hablar con Guillermina lo antes posible, aún no sabías como iría a reaccionar, pero todas las reacciones podrían ser posibles cuando se trataba de ella, era tan impredecible que daba miedo.

Te sentaste en la cama y te cambiaste para luego bajar, tu casa estaba en absoluto silencio, tus hermanos y tu padre habrían salido, y Helena estaba cosiendo en la cocina.

-Hele, voy al estudio, enseguida vuelvo-- dijiste y ella levantó la cabeza para mirarte--

-mi amor, ¿Querés que vaya con vos? ¿Le vas a decir a Guillermina?-- preguntó y asentiste--

-estoy faltando muchos días, y se lo tengo que decir de una vez-- dijiste y ella asintió--

-por favor, llámame cuando llegues-- dijo y le sonreiste--

Ni siquiera te molestaste en tomar tu auto para ir, preferías caminar para digerir todo, para pensar en cómo debías decirle la verdad...porque de a poco todos tendrían que ir enterándose y tenías miedo de hacerlo, pero era algo por lo que inevitablemente tenías que pasar.

Con las manos en los bolsillos llegaste al estudio, las luces estaban prendidas y Guille estaba sentada en uno de los bancos.

-hola-- dijiste y ella levantó la cabeza--

-aparecimos -- dijo ella y sonreiste para sentarte a su lado-- y parece que otra vez no vamos a bailar-- dijo y suspiraste--

-tengo una explicación-- dijiste--

-dejame adivinar, tu novio no quiere que bailes más-- dijo y reiste--

-sabes que no me lo pediría y tampoco le haría caso  de ser así-- dijiste --

-¿Entonces?-- preguntó--

-no sé si vas a alegrarte o no, pero es lo que me está tocando pasar...y bueno, ya no puedo hacer nada-- dijiste y ella dejo su celular de lado para poder mirarte--

-¿Que pasó?-- preguntó seria--

-en Bariloche me dieron la noticia de que estoy embarazada-- dijiste y ella te miró con la boca abierta, luego sonrió--

-decime que es una joda-- dijo ella y negaste con tu cabeza--

-no, es verdad-- dijiste y ella suspiró--

-Paula, ¿Sos estúpida? ¿En todos estos años nunca aprendiste como cuidarte? ¿O el es un pelotudo que tampoco sabe como hacerlo?-- preguntó y mordiste tu labio inferior--

-no se trata de eso, y créeme que ya me hice las mismas preguntas, pero ya no puedo hacer nada, mi bebé ya está acá, y él no tiene la culpa-- dijiste y ella suspiró--

-tenes razón, me agarraste de sorpresa-- dijo y sonreiste--

-capaz no es el mejor momento, pero bueno esta pasando ahora-- dijiste encogiendote de hombros--

-entonces ¿No vas a venir más?-- preguntó--

-puedo venir a ayudar-- dijiste y ella sonrió--

-espero que se llame como yo eh-- dijo y reiste--

-yaqui-- dijiste y ella se separó para mirarte--

-¿Así se va a llamar? --preguntó con una cara de horror--

-no...ya quisieras que se llame Guillermina-- dijo y te golpeó en el brazo--

Y sin querer queriendo te sentiste un poco más aliviada, solo un poco, aún te faltaba la parte más importante. Tu familia.

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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


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