Capítulo 75

Ambos seguían besándose, abrazados y esperando a que sus respiraciones se normalizaran.

Aún no podías creer lo que habías sido capaz de hacer, pero ahí estabas y eras feliz con eso, Pepe no dejaba de sonreirte y de mirarte, no era que te molestaba que lo hiciera, pero la forma en que lo hacía te intimidaba un poquito.





-¿porque me miras así?-- le preguntaste riendo, el negó con la cabeza y besó tu mejilla--

-por nada, ¿ no puedo mirarte? -- preguntó--

-si que podes...Pero lo estás haciendo mucho-- dijiste y el rió--

-me sorprendiste mucho, nada más... Y me encantó-- dijo y automáticamente bajaste la mirada, estabas segura de que te habías puesto roja-- hey, no tengas vergüenza, me encantó, de verdad-- dijo acercándote más a vos y abrazándote--

- a mi también me gustó mucho...fue un poco diferente-- dijiste--

- lindo premio...¿para cuando otro trabajo?-- preguntó y reiste sobre su cuello--

-dentro de poquito-- dijiste sonriendo--

- te amo-- dijo el, y todavía no podías acostumbrarte​ a que te lo dijera tan seguido, pero no por eso dejaba de gustarte, lograba remover todo tu interior cada vez que lo decía--

-yo tambien-- dijiste y el besó tu mejilla--

-¿tenes hambre?--preguntó y asentiste-- habría que buscar algo para cocinar, o vamos a comer por ahí-- dijo y luego de darle un último beso, te cubriste el torso con tus brazos y levantaste tu ropa, el hizo lo mismo y comenzó a vestirse tambien--

- ¿vos que querés hacer mi amor?-- preguntaste mientras te dabas la vuelta para que él pudiera prenderte el corpiño--

-lo que vos quieras-- dijo besando tu hombro y abrazándote por la espalda--

-vamos a comer entonces-- dijiste y el asintió besando tu mejilla--






Los dos terminaron de cambiarse y una vez listos salieron del departamento para poder buscar un lugar donde ir a comer.

Tomados de la mano, caminaron unas pocas cuadras hasta que encontraron donde quedarse.





- pensé que era más​ temprano, son las 12:30 -- dijiste sorprendida, el sonrió--

-y bueno, eso pasa cuando alguien se pone traviesa-- dijo el, sonriendote divertido. Vos mordiste tu labio inferior--

-estupido-- dijiste y en ese momento llegó el mozo, con las cartas del menú--

-¿a Beltrán lo buscaba Gonza? -- preguntó y asentiste--

-me dijo que si... ¿mira si se olvida? -- preguntaste--

-es capaz-- dijo y ambos rieron--¿que vas a comer?-- preguntó--

-¿que pregunta es esa? Milanesas, obvio-- dijiste y el negó con la cabeza--

- yo necesito algo más potente, me sacaste toda la energía-- dijo y bajaste la mirada, odiabas ser tan vergonzosa pero más odiabas, que el dijera las cosas sin tapujos--

- tarado-- dijiste y el te sacó la lengua. Ambos hicieron sus pedidos y esperaron a que la comida llegara--

-tengo ganas de que durmamos juntos-- dijo el y sonreiste--

- yo también-- dijiste y el sonrió-

-Veni a casa hoy, quédate a dormir-- dijo él y mordiste tu labio inferior, la idea era absolutamente tentadora--

-amor...Ya me convenciste de faltar hoy, confórmate -- dijiste riendo, el hizo un puchero--

-quiero amanecer con vos-- dijo y miraste hacia arriba, en busca de oxígeno-- ¿por favor? -- preguntó y sonreiste--

-voy a ver que puedo hacer... Si no, venite vos a casa-- dijiste y el frunció sus labios--

-no entro en tu cama-- dijo y reiste. En ese momento el mozo llegó con su comida--



Mientras almorzaban, charlaban sobre cualquier otra cosa, ambos se mostraban sonrientes y felices. Pensabas por dentro, cuanto te hubiese gustado compartir todo esto con tu mamá, contarle lo feliz que eras con Pedro a tu lado, pero estabas segura de que ella tenía que ver con todo esto y que estaba siguiendo tus pasos de cerca.





-¿sabes? Mamá quiere ir el fin de semana a la costa, a la casa que tenemos allá-- dijo él de repente--

-¿como? -- dijiste y el sonrió, estabas distraída mirándolo--

-que este finde, es largo, es feriado el viernes-- dijo el--

-ah sí-- dijiste--

- y bueno, mamá quiere ir...Pensaba acompañarla, pero solo si venís conmigo-- dijo y sonreiste--

-me encantaría mi amor-- dijiste y el sonrió--

- se viene un finde juntitos entonces-- dijo y reiste para luego tirarle un beso y seguir comiendo--





Cuando terminaron de almorzar, volvieron al departamento tomados de la mano nuevamente, con la diferencia de que subirían solamente para buscar tus cosas.

Lamentablemente tenías que volver a casa, y aunque no querías hacerlo, era algo que no podías evitar.

Pedro te llevó a casa un rato después, y estacionó frente a la misma. Apagó el motor y se puso de costado para poder mirarte.







-quiero hacer esto más seguido-- dijo y sonreiste--

-que no se te haga costumbre--dijiste y el besó tu mano-- gracias por todo amor-- dijiste y el se acercó un poco para abrazarte--

- de nada... Me encanta estar con vos-- dijo besando tu mejilla--

- te amo-- dijiste--

-yo tambien-- dijo y te acercaste para besarlo--

-¿bajas conmigo?-- preguntaste y el asintió para darte otro beso y bajar--





Pedro te espero del otro lado, y se colgó tu mochila al hombro para entrelazar tu mano con la suya y caminar hasta la entrada.

Gonzalo y tu hermano habían ido a comer con tus abuelos o eso tenías entendido, y Helena era la única que estaba en la casa, pero aún así, abriste con tus llaves.

Esperaste encontrarte con la casa vacía, pero no era así, tu papá había vuelto de viaje, pero no estaba solo, había alguien almorzando con el.






-Papi...No sabía que volvías hoy-- dijiste sorprendida y llamando su atención. Él levantó la cabeza y te vio, automáticamente se puso de pie y se acercó a vos--

-¡mi amor! ¡Hola!-- dijo él, acercándose y abrazándote, pero vos no podías concentrarte, tu mirada estaba puesta en la persona que estaba sentada en la mesa y de espaldas a vos...Con cabello rubio y ondulado-- llegué está mañana-- dijo el, y lo miraste por fin, estaba nervioso-- Hola Pedro-- saludó a tu novio-

-hola Miguel-- dijo Pepe, apretando tu mano--

-pasen pasen...Veni Pau, quiero presentarte a mi compañera de trabajo-- dijo el, tomando tu mano, haciéndote soltar a Pedro. Estabas perdida, no sabías que estaba pasando,  tu padre de repente parecía no saber que hacer-- Reinita, ella es Amelia-- dijo él, llevándote frente a .... Esa señora, de poco más de cuarenta años-- Amelia, ella es mi hija, Paula, mi reinita -- dijo el, sonriendo, y finalmente la señora se puso de pie--

-Hola Paula... Miguel me habló maravillas de vos, definitivamente sos tan hermosa como te describió y mucho más que en las fotos-- dijo ella amablemente, pero vos seguías ahí, con tus pies clavados en el suelo,  y con tu mirada fija en esa mujer, que no sabías de donde había salido, porque nunca habías escuchado a tu padre nombrarla--

-Hola-- dijiste y ella se acercó a besar tu mejilla-- ¿donde está Helena?-- preguntaste a tu papá--

-eh, le di el día libre mi amor-- dijo él y asentiste--

-ah... Yo...Yo vine a buscar unas cosas, porque me voy con Pedro-- dijiste balbuceando estás ultimas palabras. Y ni siquiera esperaste a que te respondieran, simplemente sonreiste y te dirigiste hacia las escaleras.






Ni bien pusiste un pie en el primer escalón, pudiste sentir que la vista se te nublaba, de repente parecía ser que te habías olvidado de como respirar.

No...No podía ser cierto, no podía ser lo que estabas imaginando.


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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente