Capítulo 89

Vos y Pedro bajaron todas las cosas, mientras Ana acomodaba y limpiaba un poco la casa, vos no podías dejar de admirar cada rincón de la misma, y le pedirías a tu novio que te trajera más seguido.



Ahora mismo, estabas en la habitación, desarmando los bolsos y acomodando la ropa en el armario, y el detalle de que tus cosas y las de Pedro estuvieran juntas, hacían que tu corazón latiera con fuerza y se sintiera muy bien. Él intentaba ayudarte, pero cuando su ayuda comenzó a resultar inútil, le dijiste que se sentara, así que ahí lo tenías, sentadito en la punta de la cama y mirándote fijamente.


En ese momento Ana entró en la habitación y los miró con una sonrisa.





-¿mi amor? ¿me acompañas al súper?-- te dijo mirándote, vos sonreiste y asentiste--

-si, vamos mami-- dijo Pedro levantándose de la cama y caminando hacia la puerta--

-vos no, ella-- dijo cruzándose de brazos--

-ah, ¿ya no soy tu amor?-- preguntó y vos reiste--

-emmm te lo dejo a tu criterio-- dijo y él te miró--

-creo que lo nuestro debe terminar...Así no-- dijo poniendo las manos en su cintura. Vos te acercaste y le diste un beso en la mejilla.

-ya venimos mi vida-- dijiste y el sonrió para luego darte un beso--






Ana y vos se dirigieron hacia el centro, había mucha gente, pero era lógico, era fin de semana largo y al parecer todos habían elegido el mismo destino.

Estabas contenta de compartir esto con tu novio.

Mientras las dos caminaban detrás del carrito de supermercado, iban charlando de la vida.






-¿y como va todo con Pedro?-- preguntó ella y sonreiste--

-todo muy bien Anita-- dijiste y ella te sonrió--

-esta hecho un pavote... Hacia mucho no lo veía así, ¿sabes?, había sido que te estaba esperando-- dijo riendo y contagiandote a vos--

- entonces estamos en la misma...Porque pareciera ser que yo también lo estaba esperando a él-- dijiste--

-si los viera Ale... Quería verlos juntos a toda costa-- dijo divertida y sonreíste con nostalgia, sabías que decía la verdad--

-lo sé...Y me duele no poder compartirlo con ella--dijiste y tomó tu mano para apretarla--

-creeme que es la responsable de todo eh... Hizo sus juegos a escondidas-- dijo haciéndote reir--

-no tengo dudas-- dijiste y ella se acercó a besar tu mejilla--

-cada día estás más parecida a ella, es imposible no tenerla presente-- dijo --

-me lo dice papá todo el tiempo-- dijiste--

-¿seguis siendo la consentida de papá?-- preguntó y volviste a reir--

-podria decirse que sí... El consentido de todos es Beltrán-- dijiste y ella sonrió--

-me imagino-- dijo ella, poniendo en el carrito miles de galletas de chocolate--

-ademas...Ahora papá está conociendo a una mujer-- dijiste y ella te miró--

-¿si? Bueno...eso es una buena noticia, ¿no?-- dijo y te encogiste de hombros--

-si...Que se yo-- dijiste, luego sonrió y besó tu mano--

-no te gusta mucho la idea ¿verdad?-- preguntó--

-obviamente no me fascina la idea...que se yo, si hubiera sido en otro contexto, hasta capaz no me importaba, pero... Lamentablemente fue después de mamá, y es inevitable pensar que de alguna manera él está intentando llenar ese lugar que ella dejó-- dijiste--

-entiendo mi vida, no debe ser para nada fácil-- dijo--

-si... Cuando me enteré, me lo tomé demasiado mal... Después hablando con Pedro, con mi hermano, me di cuenta de que capaz se siente solo, igualmente no lo justifico, porque puede menguar esa soledad pasando tiempo con nosotros en vez de viajar a cada rato, que en principio fue mi motivo de bronca-- le dijiste y ella se detuvo para poner unas cosas más-- Después lo pensé mejor, un poco más en frío, y veo lo feliz que se pone al verme a mí tan bien con Pedro, que tampoco quiero negarle sentir lo mismo, si es que lo siente con esa mujer...Pero no es algo que me gustaría ver-- dijiste y ella sonrió--

-va a costar mi vida... Más cuando creciste viéndolo con tu mamá, pero ella va a ayudarte, de seguro que quiere verlo bien, feliz-- dijo y asentiste--

-estoy segura de eso-- dijiste y ella sonrió-- ¿por qué nunca había escuchado hablar de esta casa en la costa?-- preguntaste--

-uh... Una larga historia-- dijo ella riendo-- en realidad la casa siempre estuvo, desde cuándo Pedro y Federico eran chiquitos y cuando Horacio y yo todavía estábamos casados-- dijo--  sospecho que nunca habló de nosotros con vos-- dijo ella y sonrió-

- no...O por lo menos no que yo me acuerde-- dijiste-

-no es un tema del que le guste hablar mucho... Pero bueno-- dijo ella mientras seguía buscando las cosas-- Este era nuestro lugar para vacacionar, siempre veníamos acá, a Pedro le encantaba venir, por eso cada vez que vengo él quiere venir conmigo-- dijo sonriente​--  como te dije, siempre veníamos, hasta que un día dejamos de hacerlo cuando Horacio y yo empezamos a tener diferencias en el matrimonio y las cosas ya no iban bien... Y por supuesto que llegamos al punto del divorcio, y lamentablemente la casa era de él--dijo ella-- por un buen tiempo estuvimos sin venir, años-- explico--  cuando nos divorciamos, Horacio se fue a vivir a Córdoba y quiso llevarse a nuestros hijos, pero los dos eligieron quedarse conmigo, así que bueno, eso hicieron, crecieron conmigo y gracias a Dios los pude sacar adelante​, cosa que no fue nada fácil, estuve mucho tiempo sin recibir su ayuda, pero después se solucionó. En ese momento a  Pedro fue al que peor le pegó, a veces estaba días sin salir de su cuarto... Lo único que lo hacía salir eran las risas de su vecina jugando en el patio-- dijo ella guiñándote un ojo y haciéndote reir--

-yo pensé que él no tenía relación con su papá...Porque nunca me habló de él​-- dijiste--

-la tienen... Pero muy poca, le tiene mucho resentimiento, de alguna manera en su momento sintió que lo abandonó. Hasta que después creció y su papá quiso recuperar el tiempo perdido, le decía que fuera a estudiar y todo, se negó durante mucho tiempo, cuando de repente un día se decidió y se fue-- dijo ella mirando los precios de todo-- nadie supo porqué, hasta que un día me contó que fue porque Gonzalo lo tenia acorralado-- dijo y vos reiste, ese detalle lo sabías--

-si, me enteré hace poco tambien-- dijiste-- sonriendo--

- y bueno, por suerte no todo fue tan mal-- dijo ella-- Después su papá puso a su nombre esa casa y comenzamos a venir nuevamente, así que acá estamos-- dijo ella sonriendo--

-que lindo Anita -- dijiste y ella sonrió--

-bueno, vamos a acelerar un poco el panorama porque tu novio se va a poner chinchudo-- dijo y vos reiste, mientras tomabas unos cuantos chocolates para compartirlos con él más tarde--





Cuando terminaron con las compras, volvieron a la casa, y ayudaste a tu suegra a guardar todo en la heladera y las alacenas, pero obviamente con tu novio prendido a tu cintura, porque ni bien habías puesto un pie adentro te había dicho cuanto te extrañó.





-¿que me trajiste?-- preguntó besando tu cuello--

-chocolates -- dijiste--

-¿y vos mamá?-- preguntó--

-un buen sopapo-- dijo haciéndote reír--

-que maldita... ¿y sabes? Me voy a llevar a mi novia a la playa, así que te vas a quedar sola-- dijo él, tomando tu mano.

-no seas así-- dijiste mientras reías y el estiraba de tu mano para sacarte afuera--

-ahora si...Para mí solito--dijo abrazándote nuevamente y dándote un beso--




El principio de unos hermosos días...Estabas totalmente segura de ello.



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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana INTENTARÉ SUBIR)


Holis. Aparezo fugazmente porque recién el 8 estoy totalmente libre. Así que siganme teniendo paciencia ❤❤❤❤❤❤❤