Capítulo 30

Luego de haber vuelto a tu casa, lo primero que hiciste luego de dejar a Beltrán durmiendo la siesta, fue encerrarte en tu habitación, necesitabas procesar todo lo que había pasado, y es que había sido tan lindo.

 Sonreiste, Pedro era lindo, toda su persona lo era.

Como Helena te lo había dicho, debías dejar que todo fluyera, que todo sea tan natural como fuera posible, porque aunque las señales que Pedro te había dado últimamente eran un poco más claras...aun tenías un poco de miedo, pero no podrías vivir toda la vida con eso, debías descubrir hasta donde podías llegar.  Había llegado el momento de tomar una decisión, y esperabas que no fuera en vano, que valiera la pena.


Cerraste tus ojos y soltaste un suspiro para luego sonreír, tu estómago estaba siendo asaltado por esas dichosas mariposas, pero no podías evitarlo...Ya no.


Sin querer queriendo te quedaste dormida, y cuando despertaste, lo hiciste porque Helena te aviso que ibas a llegar tarde a danzas.

 Menos mal, no querías acabar con el buen humor que tenías, llegando tarde y encontrándote con la cara de culo de Guillermina.



Te levantaste de un salto y te cambiaste rápidamente para luego salir en tu auto hacia el estudio, llegaste justo a tiempo, así que Guille no tuvo nada para decir,  era la primera clase en la que te sentías tan relajada, tanto que hasta te habían salido todos los trucos sin la necesidad de repetirlo.


La clase llegó a su fin, y no podías creer que el tiempo se hubiera pasado tan rápido, ¿asi era cuando estabas de buen humor?, Ojalá sucediera más seguido te dijiste a tus adentros.

Te despediste de Guillermina y emprendiste camino hacia tu casa donde Helena te esperaba con la cena lista.








-Hola mi amor-- saludo ella y corriste a abrazarla porque no tuviste mucho tiempo para verla, porque ni bien te había despertado, saliste corriendo hacia el estudio-

-Hola Hele-- dijiste y ella beso tu mejilla muy sonriente--

-¿como estás? Veo que bien-- dijo ella mirándote complice pero simplemente reiste-

-si, bien-- dijiste encogiendote de hombros--

-¿como estuvo la clase? -- preguntó ella terminando de poner la mesa--

-bien también, me salieron todos los trucos así que bien-- dijiste y ella sonrió--

-me alegro mi vida, llamó tu papá, vuelve pasado mañana-- dijo ella y asentiste-- ¿te vas a cambiar? ¿o vas a comer primero? -- preguntó--

-voy a comer primero, así después me baño y me acuesto-- dijiste y ella asintió--¿Gonzalo y Beltrán?-- preguntaste--

-tu hermano ya cenó, estaba cansado, y Beltrán está mirando dibujitos con Bady, así que llámalo que vamos a comer -- dijo ella y asentiste para luego ir a buscarlo. Reiste ante la escena, el más pequeño totalmente dormido con el perro como almohada. Te acercaste a despertarlo suavemente y volvieron a bajar-




Una vez listos en la mesa, comenzaron con la cena entre risas y charlas, era verdad que estabas de muy buen humor, tanto que el mismo seguía presente.

Cuando terminaron de cenar, cada uno subió a su habitación, para terminar con el día.

Vos por tu parte, luego de bañarte, diste por terminado tu día, un lindo día por cierto, hacia mucho tiempo no tenías una sonrisa constante en tu cara, y eso se lo debías a Pedro, a él... y a lo bien que te hacia sentir con solo dedicarte una mirada, una sonrisa.

Mientras terminabas de peinarte, tu celular comenzó a sonar, tu pulso se aceleró al ver que se trataba de él, tomaste una respiración profunda y atendiste.







-Hola -- dijiste--

-hola hermosa...perdon la tardanza, pero hace un ratito me desocupé-- dijo suspirando--

-no pasa nada -- dijiste--

-¿como estás? ¿que estás haciendo?-- preguntó el--

-recien salí de bañarme, enseguida me voy a dormir -- dijiste--

-¿ya? ¿porque tan temprano? -- preguntó el y reiste--

-te cuento que falta poquito para que sea media noche-- dijiste y lo escuchaste reir-

-sos una exagerada, falta una hora y media -- dijo y volviste a reir--

-bueh...perdon por ser tan abuela entonces-- dijiste y lo escuchaste suspirar --

-¿crees que pueda pasar a saludarte un ratito? -- preguntó y tu respiración se cortó, intentaste calmarte rápidamente para poder contestarle--

-¿Ahora?-- preguntaste--

-eh si...solo si querés-- dijo el y mordiste tu labio inferior, ¿Como no ibas a querer?--

-primero tengo que verificar que no haya moros en la costa-- dijiste riendo, para parecer relajada cuando estabas a punto de vomitar de los nervios, lo escuchaste reír del otro lado--

-entonces, ¿es un sí? -- preguntó el y sonreiste--

-no, no es un sí, es un "espera que bajo y veo" -- dijiste riendo--

-entonces espero -- dijo el y sonreiste--estoy un poco nervioso, ¿sabes?-- dijo el y mordiste tu labio inferior, vos también lo estabas--

-¿porque? -- dijiste--

-porque quiero verte -- dijo el y suspiraste--

-voy a bajar, te aviso en un ratito para que vengas, ¿si?-- dijiste--

-de hecho...Estoy afuera, solo tengo que esperar a que me abras la puerta -- dijo el y respiraste profundamente para calmarte, pero era imposible--

-¿como sabías que iba a decirte que si?-- preguntaste divertida--

-lo presentía, no perdía nada con intentarlo tampoco -- dijo y sonreiste--

-bueno...Voy a bajar, ya te aviso-- dijiste y luego de eso cortaste la llamada--





Soltaste un suspiro y llevaste tú mano a tu pecho, en donde tú corazón latía desesperadamente.

Terminaste de peinarte y luego te perfumaste para luego salir de tu habitación y bajar rápidamente.

En puntas de pie, caminaste por todos lados para cerciorarte de que todos estuvieran durmiendo, y efectivamente era asi. Con el celular en tus manos, le enviaste a Pedro un mensaje de WhatsApp, el cual vio a los pocos segundos.


Suavemente te acercaste hacia la puerta y con todo el cuidado del mundo, la abriste, sentías el corazón en la boca, y más cuando viste a Pedro allí, parásito frente a vos.






-Hola-- dijo en un susurro--

-hola -- dijiste también y tomándolo de la mano lo hiciste entrar para luego cerrar la puerta nuevamente-- vamos a mi cuarto-- dijiste y el asintió--




Sigilosamente, subieron las escaleras y rápidamente se metieron en tu cuarto, el cual cerraste con llave. Soltaste un suspiro cuando estuvieron adentro y lograron su cometido.




-hola Pau-- dijo el con una hermosa y tierna sonrisa--

-Hola Pepe-- dijiste y lo viste acercarse para luego tomarte en un abrazo--


Tu corazón no dejaba de latir...


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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente)