martes, 21 de febrero de 2017

Capítulo 42






Finalmente Pedro arrancó el auto, y lo hizo sin soltar tu mano. Tenía sus dedos entrelazados con los tuyos, te gustaba que lo hiciera, tu gustaba tomar su mano.







-siendo las 3 de la madrugada a ella se le ocurre tomar helado...Si ves algo abierto avísame eh-- dijo divertido --

-hey, bueno...Capaz hay algo abierto -- dijiste golpeando su brazo--

- busquemos un kiosco 24 horas, capaz tienen los helados de palito -- dijo él y sonreiste-- ¿queres eso igual? -- preguntó --

-si, dale -- dijiste--

-¿ a donde querés ir después?  ¿vamos a dar vueltas por ahí? -- preguntó--

-si, como quieras Pepe-- dijiste y el sonrió para volver a besar tu mano--







Siguieron dando vueltas hasta que vieron un kiosco abierto, y el decidió detenerse.

Las calles estaban desiertas, tanto que hasta daban miedo, pero estabas con él.

Pedro se bajó del auto y te abrió la puerta para que bajarás, tomó tu mano y entraron al kiosco, rápidamente se dirigieron a la  heladera exhibidora.








-¿cual querés? -- preguntó el--

-mmm me gustan todos, que difícil -- dijiste riendo, y el sonrió--

-¿me dejas elegirte uno? -- preguntó--

-adelante...Me harías un favor-- dijiste , el besó tu mano la cual todavía tenía entrelazada a la tuya--







Pedro eligió uno por vos, y uno para el, los pago y volvieron a salir, aún tomados de la mano, ninguno de los dos hacia nada por soltarse, y tampoco querías, te gustaba sentir su contacto.







-¿queres que nos sentemos? ¿o preferís el auto? -- preguntó--

-no, por acá está bien -- dijiste y te guío hacia el cordón de la calle, sonreiste y el se sentó primero. Vos te sentaste con cuidado, no debías olvidar que eras una señorita y que tenías una pollera. Así que con todo el cuidado del mundo, te acomodaste para que nada se viera.

Pedro estiro una de sus piernas, e hizo que pusieras las tuyas encima.







- no se va a ver nada...No lo voy a permitir-- dijo el, quien se acercó a besar tu mejilla-

-gracias -- dijo, cuando tomó tu helado y lo abrió para vos-- ¿seguian en casa cuando te hablé?-- preguntaste mientras mordias un pedacito del helado--

-si, estaban todavía-- dijo él, mordiendo el suyo y volviendo a tomar tu mano. Tu lengua picaba por preguntarle si había chicas presentes, pero preferiste no hacerlo, no tenías porqué-- igual, cuando me avisaste, estaba a punto de irme a casa -- dijo y te acercaste un poco más para poner tu cabeza sobre su hombros--


-¿porque? -- preguntaste-

-no tenía ganas -- dijo el, y soltó tu mano, para pasar su brazo por detrás de tu espalda y acercarte más a él-- ahora estoy mucho mejor-- dijo y sonreiste, levantaste un poco tu cabeza para besar su mejilla--

-yo también estoy mucho mejor-- dijiste,  mordiendo tu helado de a poquito, el cual iba terminándose--

-que romántico soy ¿no? Que te traigo al cordón de la calle-- dijo riendo, vos sonreiste y levantaste la cabeza para verlo, el te miraba también--

- no me molesta, me gusta mucho-- dijiste y el se acercó para besarte, podías sentir el frío de su boca,  y el sabor del limón de su helado, mezclado con el de frutilla que era el tuyo. Ambos estaban muy a gusto con su beso, que solo tuvieron que separarse porque sentiste una gota del helado caer sobre tu pierna, pegaste un salto al sentir el frío-- que boluda -- dijiste riendo y limpiando la gotita con tu dedo, el agarró tu mano y chupó tu dedo-- cochino-- dijiste arrugando tu nariz, el besó tu mejilla--

-¿y ahora? ¿que hacemos? ¿queres ir a caminar? ¿o vamos a casa? ¿o querés que te lleve a la tuya? -- preguntó y te encogiste de hombros, te daba igual a donde fueran, solo querías estar con él--

-vamos a tu casa... Si no tenés problema de llevarme a la mía después-- dijiste y el sonrió--

-yo te llevo-- dijo besándote una vez más--







Una vez que terminaste tu helado, volvieron a subir al auto y emprendieron camino hacia su departamento, está vez, el tenia su mano sobre tu pierna izquierda, movía su dedo pulgar en forma de caricia, la quitaba de su lugar solo cuando tenía que manejar los cambios.



Cuando llegaron, estaciono el auto y te ayudó a bajar, luego abrió la puerta para vos y te dejo entrar al edificio para luego dirigirse al ascensor. La brisa del aire acondicionado te hizo poner la piel de gallina.






-hey, ¿tenes frío?-- preguntó mientras subían al ascensor--

-me dio frío el aire -- dijiste y el te acercó a su cuerpo para rodearte con sus brazos--

-¿mejor? -- preguntó y sonreiste contra su pecho--

-mucho -- dijiste y levantaste la cabeza para sonreírle, luego te acercaste a besar sus labios, el sonrió entre besos--







Cuando llegaron, sin dejar de abrazarte, abrió la puerta y ambos entraron juntos. El te rodeo la cintura con sus brazos y besó tus labios, primero suavamente  y a medida que pasaban los segundos, ese beso se fue haciendo cada vez más intenso y apasionado. Vos rodeaste su cuello con tus brazos y lo ayudaste hacerlo un poco más intenso, te gustaba su manera de besar, te gustaban sus besos, te gustaba todo de él.


 La respiración comenzó a faltarles y ambos tuvieron que separarse en contra de su voluntad. Reiste al ver su boca, era un desastre, lo habías ensuciado con tu lapiz labial otra vez.







-¿que pasa? -- preguntó divertido--

-te pinté todo otra vez-- dijiste pasando tu dedo pulgar por sus labios. El lo besó--

-no me limpies...Igual me vas a ensuciar de nuevo porque no pienso dejar de besarte -- dijo y vos sonreiste, Pedro tomó tu mano y se sentó en el sillón, luego hizo que te sentaras sobre sus piernas-- esto está mejor que el cordón de la calle ¿no? -- dijo y reiste para luego besar su mejilla-- me encanta hacerte reír -- dijo mirándote con una pequeña sonrisa, vos lo besaste--

- a mi me encanta que lo hagas-- dijiste rodeando su cuello con uno de tus brazos.




El entrelazó su mano con la tuya que estaba libre, vos te acercaste a su boca una vez más, y lo besaste con todas las ganas que tenías, en ese beso le agradecias todas las cosas lindas que te decía y que por vergüenza o inseguridad, no te atrevias a responder. Estabas segura que solo era una cuestión de poco tiempo para que te acostumbrarás a escucharlo decirte todo eso y para que pudieras contestarle de la misma forma...y no faltaba mucho.






- estás muy linda-- dijo el, soltando tu mano y con la suya acomodó tu cabello detrás de tu oreja. Vos sonreiste--

- vos también estás muy lindo, te sienta muy bien ese color-- dijiste acariciando el vello de su pecho que se asomaba por la camisa, cuyos primeros botones estaban desprendidos.-- espero que en casa no hayan habido chicas eh -- dijiste y el besó tu mejilla--

-dijeron que iban a ir unas amigas de tu hermano, pero me fui antes-- dijo y automáticamente recordaste la charla, ahora te sentías más que bien por haberlo llamado a tiempo. Sonreiste y besaste sus labios--

- menos mal, estás muy lindo-- dijiste riendo, el besó tu cuello haciéndote cosquillas con su barba-- hey, basta de cosquillas -- dijiste y el se separó--

-¿cosquillas no?-- dijo y negaste haciendo un puchero, uno que lo hizo sonreír.

-te queda lindo el rosario-- dijiste sacando de adentro de la camisa uno de madera--

-¿te gusta? -- preguntó y asentiste. Automáticamente se lo sacó, para luego ponértelo a vos--

-hey...Es tuyo-- dijiste sonriendo--

-ahora es tuyo-- dijo y vos lo besaste--





Y ahora....Sus labios eran tu nueva adicción, una de la que no ibas a salir ilesa.

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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente)














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