Capítulo 36

Aún seguían prendidos el uno con el otro, te sentías un abrojo, pero no querías despegarte de el, bueno...El también se mostraba un poco reticente a la distancia.

Estabas sentada en su regazo, con las piernas estiradas sobre el sillón, él con su cabeza recostada contra el respaldo del mismo y recibiendo tus caricias en el cabello.





-me siento mal sabiendo que soy la causante de que no hayas ido a trabajar--dijiste y lo escuchaste reír-

-fue mi decisión, y no me arrepiento eh-- dijo acariciando tus piernas tiernamente, estaba intentando no sobrepasarse y amabas que lo hiciera-- ¿es así tu uniforme? Y mira que fuimos al mismo colegio y no me acuerdo que la pollerita de las chicas fuera tan corta como la tuya -- dijo y vos reiste--

-¿Perdon? -- dijiste divertida y el levantó su mirada--

-estoy enojado, eso no puede ser posible, voy a tener que ir a hablar con la directora-- dijo y tiraste la cabeza hacia atrás para reír con fuerza--

-sos un tarado-- dijiste besando su mejilla--

-reite todo lo que quieras pero estoy indignado, no se cómo Don Chaves no hizo nada al respecto todavía-- dijo suspirando-- debería ser ilegal andar mostrando estás piernas-- dijo y golpeaste su mano--

-bueno basta -- dijiste , no estabas acostumbrada a escuchar comentarios como ese, y mucho menos viniendo de él, porque te dabas cuenta de que ya no te miraba como la hermanita de Gonzalo, ¡estaba hablando de tus piernas por Dios!, El besó tu mejilla--

-¿que querés comer? -- preguntó mirándote--

-sushi-- dijiste y el abrió los ojos con sorpresa--

-pero si nunca te gustó el pescado-- dijo confundido y mordiste tu labio, ¿como lo sabía?-- ¿te gusta?-- preguntó en serio y reiste--

-no, que asco...era chiste-- dijiste, el sonrió--
¿ y vos cómo sabes que no me gusta el pescado? -- preguntaste intrigada, el se encogió de hombros-

- siempre comíamos en tu casa y Helena te preparaba otra cosa aparte-- en sí era verdad pero, ¿como se acordaba de esas cosas?, Vos sonreiste-- ahora en serio, ¿que querés comer?--  repitió-

-que se yo Pepe, lo que tengas en la heladera-- dijiste encogiendote de hombros, el sonrió y besó tu mejilla--

-bueno, veni, vamos a ver que es lo que hay-- dijo y te ayudó a levantarte para luego tomar tu mano y llevarte hasta la cocina, te sentó en una banqueta del desayunador y abrió la heladera-- hay milanesas, patitas de jamón y queso, de pollo...em tengo ravioles, sorrentinos. Y fideos tirabuzones -- dijo cerrando la puerta y mirándote con sus manos en la cintura, sonreiste-- ¿y? -- preguntó acercándose a vos y poniéndose entre tus piernas te dió un beso en tus labios--

- patitas de jamón y queso -- dijiste y el sonrió-

-patitas serán entonces-- dijo y rodeaste su cuello con tus brazos--  ¿con que? -- preguntó besando tu nariz--

-yo no tengo problema, así solas nomas, no es que tengo mucha hambre tampoco-- dijiste y el asintió, luego besó tus labios otra vez, y otra vez, y otra vez---

-¿Ya podemos hablar con Gonzalo? No quiero mentirle-- dijo pegando tu frente a la suya, vos suspiraste--

-todavia no Pepe, dame tiempo de asumirlo a mi también que dicho sea, me cuesta un poco -- dijiste y el se separó--

-¿Que es lo que no querés que pase?-- preguntó molesto, vos lo miraste--

-quiero esperar un poco nada más,  llevamos cuanto, ¿dos días? ¿tres?, no se cual es tu apuro por que Gonzalo lo sepa -- dijiste cruzándote de brazos--

-no es que estoy apurado...solo quiero hacer las cosas bien -- dijo encogiéndose de hombros y volviendo a ponerse entre tus piernas para juntar tu frente con la suya--perdon...

-ademas, ¿que vas a decirle? si todavía esto no es absolutamente nada -- dijiste y el te miró--

-¿es eso? ¿queres que le pongamos un nombre para que te quedes tranquila? -- preguntó duramente-- ¿no confías en mí? -- preguntó y suspiraste--

-te juro que no es eso, solo...quiero esperar un poco, quiero acostumbrarme a la idea de que vos y yo estamos en algo antes de que alguien más lo sepa...ni siquiera mis amigas lo saben -- dijiste y el asintió--

-y yo solo quiero que sepas que quiero todo con vos... se que prometí hacerlo a tu manera y que no estoy cumpliendo, pero...solo quiero hacerlo bien, no quiero que te arrepientas. Y si necesitas ponerle un nombre a esto, se lo ponemos, porque yo también lo quiero, solo estaba respetando tus tiempos-- dijo y mordiste tu labio inferior para luego sonreír--

- quiero que seas consciente de que yo también lo quiero, pero tranquilos... despacio, no quiero que forcemos nada, estamos bien así, ¿no te parece? -- preguntaste y tomaste sus manos para acercarlo a vos-- ya vamos a tener tiempo de ponerle el nombre que sea, mientras tanto, disfrutemos....por lo menos ya tenemos claro que los dos queremos más o menos lo mismo-- dijiste y el sonrió, vos entrelazaste los dedos de tus manos con las suyas y las llevaste detrás de tu espalda--


-obvio que quiero-- dijo besando tu barbilla-- y desde ya te digo que no pienso compartir, así que quiero que te declares mía-- dijo y reiste cuando comenzó a besar tu cuello--

-mmm veremos como te portas -- dijiste y el pego su frente con la tuya --

-yo me porto bien-- dijo y besó tus labios-- tanto que quería hablar con tu hermano pero no me dejas -- dijo haciendo un puchero, vos suspiraste--

-dame dos semanas y lo hacemos, ¿contento? -- dijiste y el río para luego abrazarte--

-te estoy cargando...pero te mentiría si dijera que no me gustaría-- dijo y lo besaste, el se separó para besar su mejilla-- bueno, me voy a tener que poner manos a la obra para alimentarte -- dijo y sonreiste--

-te ayudo-- dijiste y te bajaste del banco para poder ayudarlo.





Entre los dos se encargaron de poner las patitas al horno, tampoco era mucho laburo, pero estabas descubriendo de a poquito que te encantaba pasar tiempo con él,  se estaba convirtiendo en uno de tus pasatiempos preferídos, y todo estaba pasando casi sin que te dieras cuenta.

Ahora se encontraban esperando a que estuvieran listas, y mientras el charlaba por teléfono porque lo habían llamado, te dispusiste a recorrer su departamento, todo estaba en perfectas condiciones, no podías quejarte de que fuera desordenado porque a simple vista no lo era.

Sonreiste mientras caminabas lentamente por los muebles donde había miles de fotos repartidas en todos los estantes, de él, de su familia, de sus amigos.... hasta una de ustedes, frunciste el ceño al verla, no recordabas ese momento, pero no cabía dudas de que eras vos, tenías un vestido rosa con flores, y el con una bermuda de color crema y una camisa celeste estaba tomando tu mano, mostrando una sonrisa a la cual le faltaban varios dientes... Acariciaste el portarretratos con tus dedos, seguía siendo tan lindo como ahora, tu mirada seguía puesta en esa hermosa foto, no tenías ni idea de la existencia de la misma.

En ese momento sentiste unos brazos rodear tu cintura, sonreiste al sentirlo colocar su barbilla sobre tu hombro.





-¿que miras?-- preguntó--

-no sabía de la existencia de esta foto-- dijiste y el besó tu mejilla--

-me la dió mamá, y la tengo guardada como oro-- dijo el y reiste-- estabas hermosa con ese vestidito, parecías una princesita -- dijo y te diste la vuelta para abrazarlo--

-igual que vos, un hermoso chimuelo -- dijiste riendo y el comenzó a hacerte cosquillas--

- te tenia loca de amor, así que no te rías mucho-- dijo escondiendo su cara en tu cuello-

- mmm si vos decis-- dijiste riendo y el te besó--




Finalmente las patitas estuvieron listas, y luego de poner la mesa, ambos se sentaron a almorzar, el te invito a dormir la siesta, pero por más que quisiste quedarte, tuviste que resistir y decir que no. Tenías danzas y tus amigas esperaban tu presencia en tu casa.

Lo que te costó soltarte de él no tenía nombre, pero se prometieron verse en cuanto pudieran, más precisamente mañana.


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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente)