Capítulo 31

Finalmente Pedro te soltó, y cuando te miró a los ojos, sonrió y besó tu frente. Vos le devolviste la sonrisa.







-dijiste que nos debíamos una charla...necesito que sea ahora-- dijo el y sonreiste para luego asentir. En silencio te acercaste a tu cama y te sentaste a los pies de esta, él lo hizo a tu lado--


-yo también estoy nerviosa-- dijiste y levantaste la vista para verlo sonriendote-- estamos jugando con fuego, Gonzalo está durmiendo enfrente -- dijiste riendo, el tomó tu mano para besarla--

-solo quiero que aclaremos unas cosas-- dijo el y asentiste--

-yo también necesito que aclaremos algunas cosas-- dijiste y lo escuchaste suspirar-

-no se por donde empezar  Pau-- dijo el, tomando tu mano, comenzando a jugar con tus dedos, haciendo una pausa y tomando aire-- sé que tenés dudas sobre mí, sé que tenés conocimiento de cómo es tu hermano, sus amigos...Y me incluyo dentro de estos últimos, pero en mi defensa, puedo decir que no soy como ellos-- dijo y lo escuchaste con atención--  se que tenés miedo, que no querés salir lastimada, que te cueste creerme-- dijo levantando la vista--

-Pepe yo-- dijiste y el sonrió mínimamente--

-dejame terminar...Siento que me voy a desmayar -- dijo el, sacandote una sonrisa, vos sonreiste y el besó tu mano-- Hasta yo tengo miedo, y no solo por los hombres que te rodean que ya es motivo suficiente para que salga corriendo-- dijo haciéndote reir-- también porque me pasan cosas con vos, más de las que deberían -- dijo en un susurro-- me cuesta saber cómo reaccionar frente a todo esto, porque cada vez que quiero avanzar, siento que te asusto, o te alejo cuando en realidad quiero todo lo contrario-- dijo con la mirada baja, para ese momento, tenías un nudo en la garganta y no te creías capaz de poder emitir sonido alguno--

-Pepe--dijiste captando su atención, el te miraba, tranquilo porque así era--  yo, tampoco se  muy bien qué decir, pero yo también tengo miedo, y no de vos, sino de lo que me pasa cuando estoy con vos-- dijiste suspirando-- no creía que iba a llegar este momento en el que tuviera que decirte todo esto, aunque me hubiese gustado esperar un poquito más, parece ser necesario--dijiste sonriendo burlonamente, el sonrió--

- yo... ya no se que mas hacer. Necesito avanzar pero solo si me lo permitís-- dijo el y mordiste tu labio inferior para luego sonreír--

-¿Y que pasa si te lo permito?-- preguntaste y el te miró sonriendo-- todavía no dije nada, así que no festejes -- dijiste y el besó tu mano--

-si me lo permitís, voy a hacer todo por verte feliz, por sacarte sonrisas, que últimamente se volvió mi objetivo-- dijo el  y sonreiste-- ¿Entonces?-- preguntó--

-entonces...acepto -- dijiste y el te miró con una enorme sonrisa-- pero vamos despacio, sin apuros, ya te dije que me da un poco de miedo, pero me gustaría intentarlo al menos, ¿si? -- dijiste y el asintió para luego acercarse y besar tu mejilla--

-te lo juro -- dijo y se acerco un poco más para finalmente poder abrazarte-- gracias por darme esta oportunidad-- dijo el y sonreiste para vos misma, se sentía bien después de todo--






El se separó y pegó su frente con la tuya, para mirarte y con una pequeña sonrisa se acercó para chocar sus labios con los tuyos.


Primero suavemente y con dulzura, como, él se tomó su tiempo para saborear tus labios y dándote lugar a que vos descubrieras lo mismo con él, no podías identificar los sentimientos que estaban ocupando tu interior, algunos encontrados...otros más intensos, pero la esencia de los mismos, seguía siendo el de siempre, morías de amor por él.



Sin querer queriendo y sin darse cuenta, fueron acostándose en la cama, no entendías muy bien como habían adquirido esa postura de él encima tuyo,  pero estabas disfrutando de los besos que Pedro te regalaba.


El oxígeno pasó a ser escaso y pronto comenzaron a necesitarlo, por lo que tuvieron que separarse a la fuerza, vos abriste los ojos suavemente y te encontraste con su mirada, la misma era dulce y brillante, sentías esas mariposas en la panza...Aún no caías en la realidad, Pedro estaba allí, habías aceptado empezar "algo" con el.








-estoy muy feliz -- dijo el, mirándote como si fueras la única en el universo, esa mirada te hacia sentir especial--

-yo también-- dijiste acariciando el cabello de su nuca. El besó tu nariz, tus ojos, tu boca--

-quiero hacer las cosas bien...Y así va a a ser, lo voy a hacer, voy a hablar con Gonzalo para que después no haya ningún malentendido-- dijo el y lo miraste con pánico-- ¿que? ¿que pasa?-- preguntó saliendo de encima tuyo y sentándose, vos hiciste lo mismo que él--

-todavia no. No quiero que Gonzalo lo sepa-- dijiste--

-¿porque?-- preguntó--

-claro está que no le va a gustar...No quiero que ustedes se peleen, y quiero esperar un poco, para ver si funcionamos -- dijiste y el te miró --

-¿ crees que no va a funcionar?-- preguntó con un poco de molestia en su voz, vos suspiraste-

-no sé, ninguno de los dos lo sabemos, solo el tiempo -- dijiste y el asintió--no te enojes, solo quiero que esperemos un poquito, nada más -- dijiste y el te regaló una pequeña sonrisa--

- no quiero esperar, pero lo vamos a hacer a tu manera, quiero que estés segura de que tomaste la decisión correcta con nosotros-- dijo el y mordiste tu labio inferior y esta vez fuiste vos quién te acercaste para poder besarlo, él te recibió gustoso --

-Gracias--dijiste, el acarició tu mejilla y la besó--

- a vos hermosa-- dijo él y volvió a hacerte perder la noción del mundo con sus besos--







No sabías exactamente cuánto tiempo había pasado, pero no era que te importaba mucho tampoco, aunque si tuvieron que separarse, en algún momento necesitarían saberlo, y el momento había llegado.







-Pepe, ¿que hora es?--preguntaste una vez que se separó de tus labios--

-no tengo ni la menor idea -- dijo el sonriendo--

-¿me dejas ver?-- preguntaste divertida--

-¿como no? Adelante -- dijo el y reiste--

-sali tarado, dale -- dijiste y el besó tu mejilla para hacerlo. Te estiraste para agarrar el celular y tu ojos casi se salen de lugar al ver que iban a ser las 3:00 am-- ¡Pedro! ¡Van a ser las tres!-- dijiste levantándote de la cama y el se levantó de un salto--

-mierda...Tengo que levantarme en tres horas -- dijo--

-¿vos solo?-- preguntaste irónica haciéndolo reir, el se acercó para abrazarte--

- va a valer la pena dormir poco-- dijo besando tus labios--

-mm no se -- dijiste rodeando su cuello con tus brazos--

-linda -- dijo haciéndote sonreír-- mañana nos vemos, y no me vas a decir que no -- dijo el besando tu mejilla--

-como usted diga patrón-- dijiste y el besó tu cuello--bueno andate...Tenemos que dormir-- dijiste--

-un ratito más-- dijo abrazandote más fuerte, vos reiste--

-No, dale -- dijiste y el se separó, vos besaste su mejilla y tomaste su mano para salír de tu cuarto--







En puntitas de pie, bajaron las escaleras y se dirigieron a la puerta intentando hacer el menor ruido posible. Pedro te robó unos cuantos besos más, y finalmente se fue.

Ni bien estuviste en tu cuarto nuevamente, soltaste mil y un suspiros acompañados de un millón de sonrisas.




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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente)