Capítulo 50

Tu papá se fue, dándote un poco de privacidad para realizar tu llamada. Y con la sonrisa más grande del mundo, marcaste el número de Pedro.






-¡Hermosa! ¿que pasó? Me cortaste de la nada -- dijo confundido--

-Perdon Pepe, es que estaba papá a mi lado escuchando todo y no me di cuenta-- dijiste riendo--

-¿y porque te reís loquita? ¿cuanto me falta para morir?-- preguntó divertido, vos reiste--

- vas a morir cuando te diga que ya lo sabe y no pasó absolutamente nada -- dijiste, tan contenta porque sin dudas no esperabas esa reacción por parte de tu papá--

-¿Como que ya sabe? ¿le contaste? -- preguntó--

- si, le conté-- dijiste--

-¿se enojo mucho?-- preguntó y sonreiste--

-no, para nada... Lo tomó muy bien-- dijiste--

-¿estas segura? -- preguntó y reiste--

-si, tanto, que hasta me dijo que te invite al almuerzo, así que te estamos esperando -- dijiste--

-¿que? ¿como que me están esperando Paula? -- dijo y reiste--

- de verdad, el asado va a estar listo en una hora, así que tenés media hora para estar acá-- dijiste--

- hermosa, no jodas con estas cosas. Me estoy muriendo de miedo-- dijo y mordiste tu labio inferior--

-no estoy jodiendo, veni, quiero que toda mi familia te conozca-- dijiste y lo escuchaste suspirar-

- no tengo chaleco antibalas-- dijo haciéndote reir--

- dale, apúrate que te quiero ver-- dijiste--

- te quiero-- dijo suspirando, haciendo que tu corazón latiera con fuerza--

- yo también, mucho -- dijiste sonriendo-

- me baño y voy...No voy a tardar-- dijo --

-aca te espero-- dijiste y cortaste la llamada--





Con la más grande de tus sonrisas, volviste adentro para reunirte con toda la familia, quienes hablaban distendidamente entre ellos.

 Tu papá te vio y abrió sus brazos para que te acercaras, así que lo hiciste y besó tu frente.









-asi que ¿va a venir tú novio Paula?-- preguntó tu abuelo Ignacio y miraste a tu papá, sonreiste y lo golpeaste--

-si abuelo, papá me dijo que lo invite -- dijiste y tu abuelo sonrió--

-espero que sea buen chico-- dijo--

-¿como se llama mi amor? -- preguntó tu abuela Gladys--

-se llama Pedro -- dijiste--

-¿el mocoso de la vuelta? -- preguntó tu abuelo Ernesto y reiste--

-¿el amigo de Gonzalo?-- preguntó uno de tus primos--

-Lamentablemente es ese -- dijo tu papá-

-no sean malos con él-- dijiste y todos rieron--

-tranquila mi vida,  no van a hacer nada -- dijo tu abuela mirando a tu abuelo de mala forma--

-es la única nieta de la familia, tenemos que cuidarla Isabel-- dijo Ignacio--




Todos rieron y comenzaron a hacerte preguntas acerca de él, y como se conocieron, todos deducieron mas o menos la historia pero te escuchaban atentamente, solo tus primos mayores quienes cargaban monumentalmente a tu hermano, quien ya estaba notablemente molesto.
Beltrán estaba corriendo y jugando con tus otros primos varones y corriendo a los perros de tus abuelos.

En ese momento, Pedro te aviso que estaba afuera, así que con una sonrisa, saliste a recibirlo, pero antes lo viste por la ventana, estaba pulcramente vestido, como si estuviera por ir a trabajar, con un pantalón de vestir y una camisa blanca. Vos sonreiste.






-Hola-- dijiste abriendo la puerta--

-Hola hermosa -- dijo él y te acercaste para abrazarlo-- estoy muriendo de miedo--

- tranquilo-- dijiste dándole un beso en sus labios. El te dió una rosa blanca, y volviste a besar sus labios para luego tomar su mano y entrar con él--

-Buenas tardes -- dijo él, saludando a todos. Soltando  acercándose a tus abuelos--

-¡Hola querido! Que lindo te pusiste -- dijo tu abuela Gladys, vos reiste--

- gracias Señora-- dijo el, tímido y nervioso-- Hola Miguel-- dijo finalmente saludando a tu papá, quien lo miraba duramente--

-Hola Pedro-- dijo pasándole la mano, vos rodaste tus ojos. Luego siguió saludando al resto de la familia, quienes amablemente saludaban también--




Rápidamente todos se sentaron en la mesa, al mismo tiempo que tu abuela agregaba un plato más a tu lado.

 Vos sonreiste, e intentaste transmitirle tranquilidad, pero no lo estabas logrando, estaba muy nervioso. Tanto que se trababa en las respuestas que le daba a tus abuelos, y encima, tu padre se sentó frente a él para mirarlo más fijamente.

Vos no podías dejar de mirarlo, el solo ver que intentaba hacer todo perfecto no hacia mas que lograr que te derritieras de amor por él. Sabía cuán importante era tu familia para vos, y apreciaban mucho ese detalle de su parte.

Gracias a Dios tu hermano y tus primos lo incluían en sus charlas, puesto que antes le habías mandado un mensaje a Gonzalo para que no se hiciera el vivo, porque de lo contrario abrías la boca y contabas su secretito. Sabías que quería hacerlo sentir mal, y con todos tus primos de su lado, sería fácil intimidarlo pero por suerte no lo estaba haciendo.





- así que Pedro, ¿cuando nos ibas a contar que estabas saliendo con mi nena? -- dijo tu papá, el se pasó las manos por su pantalón y lo miró--

- yo...Yo estaba esperando a que Gonzalo lo supiera primero, tenía que arreglar las cosas con él, y después lo iba a hacer Miguel-- dijo el--

- si, igual, el quiso decirle desde un primer momento, pero yo le pedí que esperemos un poco...Sabes como son todos abue -- le dijiste a tu abuela--

-si mi amor... Me imagino-- dijo ella sonriendo--

- yo tenía miedo de que lo golpeara les juro, pero por suerte esta todo bien-- dijiste sonriendo y tomando la mano de Pedro por debajo de la mesa--

-¿como va el trabajo Pedro? -- preguntó tu abuelo Ignacio--

-eso querido -- dijo tu abuelo Ernesto--

-muy bien, gracias. Estoy repartiendo mi tiempo suplantando a papá, y con el club, porque también estoy con un amigo, como entrenador de fútbol, de hecho, soy el entrenador de Beltrán-- dijo el y todos miraron al más pequeño, quien sonrió--

-¡Si! ¡es el mejor! -- dijo el y le tiraste un beso-- ¿ahora ya lo puedo contar Pau? -- preguntó y lo miraste frunciendo el ceño, luego recordaste el partido del colegio y asentiste-- el otro día, era la fiesta de gimnasia en el colegio, y teníamos que llevar a alguien para que jugué al fútbol con nosotros. Gonzalo no quiso ir conmigo y papá no estaba. Entonces fue Pedro a jugar conmigo-- dijo el y tus abuelos miraron sonrientes a Pedro--

-¿ De verdad hiciste eso? -- preguntó tu papá sorprendido--

- sí papi, ¡y ganamos!-- dijo muy feliz. Tu papá le regaló la primer sonrisa sincera del día, y pudiste ver que  con ese gesto de su parte, terminó por gustarles a todos--

- Si, no fue nada, Pau me contó cómo fueron las cosas y me pidió para ir. Y lo hice -- dijo con una sonrisa y todos siguieron hablando de temas triviales. Pero ahora tu papá lo incluía en todo--




Sin querer queriendo, toda la familia se enteró de tu relación, y estabas lejos de estar incomoda, todo lo contrario, estabas muy feliz.
Porque sabías que esto se seguiría repitiendo.

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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente)