Capítulo 71

El domingo llegó y esperabas que con la llegada de un nuevo día, las cosas hubieran cambiado aunque sea un poquito, pero por el contrario, todo seguía igual.


Esa mañana ni siquiera te molestaste en enviarle algún mensaje como el día anterior, quizás deberías dejar que se le pasará el enojo, pero no por eso dejabas de pensarlo.

 Suspiraste y te levantaste de la cama con mucho pesar, la casa estaba en silencio y tu hermano aún dormía, tenías que levantarlos porque iban a almorzar en la casa de tus abuelos.


Bajaste las escaleras suavemente y te preparaste un desayuno rápido, para luego subir y despertar a Gonzalo, por suerte no había salido anoche lo que permitió que no tardará tanto en levantarse.


Una vez que estuvieron listos, emprendieron camino hacia la casa de tus abuelos.







-asi que, ¿Cami y vos chaparon che? -- dijiste y el te miró rápidamente-

-no, ¿quien te dijo? -- preguntó--

-dale pelotudo que ya me contaron que fue contra la pared, además hay fotos-- dijiste y reiste, el te miró con espanto--

-Naiara y la puta madre-- dijo y reiste, el también lo hizo-- pero sí, es verdad-- dijo suspirando--

-¿y porque lo decís con tanto pesar?-- preguntaste--

-no, no....Nada que ver, fue re lindo-- dijo el y mordiste tu labio inferior-- ella medio que se asustó un poco con el después, pero, voy a hacer cualquier cosa te juro -- dijo y sonreiste--

-mientras no la lastimes, todo bien-- dijiste-- puedo olvidarme de que sos mi hermano-- dijiste y el sonrió--

- es lo que menos quiero-- dijo y en ese momento llegaron a casa de tus abuelos--






Beltrán salió a recibirlos super feliz y con un enorme abrazo a cada uno. Entraron los tres de la mano y tus abuelos estaban sentados en el patio, con Bady y sus perros.






-Hola mis amores -- dijo su Abuela Gladys--

-Hola Abu-- dijiste agachándote un poco para saludarla--

-¡estas hermosa mi vida!-- dijo ella y sonreiste--

-Hola viejito-- dijiste abrazando a tu abuelo--

-si, viejito... Ya vas a querer que este viejito te haga favores-- dijo y reiste, pero igualmente respondió a tu abrazo-- ¿y tu novio?-- preguntó, y pensaste por dentro 'Ojala supiera donde está'--

-esta con la mamá-- dijiste y el besó tu frente--





Gonzalo, tu abuelo y Beltrán se quedaron en el patio mientras vos ayudabas a tu abuela a terminar con la comida. Eran solo los cinco, al parecer el resto de la familia tenía planes, por lo que estaban siendo los mimados hoy.





-¿como está Pedrito?-- preguntó tu abuela y querías morir, todos querían saber de Pedro, y no sabían que vos también pero igualmente  no sabías que responder--

- tenía que ir con la mamá a no se dónde-- dijiste riendo-- ¿Como se portó Beltrán?-- preguntaste cambiando de tema--

-muy bien, salimos al shopping ayer, así que estaba contento-- dijo y reiste, aprovechaba cualquier momento para persuadir a los abuelos--

-¿Que le compraron está vez?-- preguntaste riendo y ella rió--

-algunos juguetes, pero nada más-- dijo y rodaste los ojos, mientras terminabas de preparar la ensalada de verduras-- Paula, no le pongas más tomate porque no va a comer-- dijo por el más chiquito--

-Basta abuela, si come... Conmigo come -- dijiste--

-pero no le gusta-- dijo con horror y vos reiste--

-ahora te voy a mostrar que si le gusta-- dijiste y ella suspiró--






Más tarde, estaban los cinco en la mesa a punto de almorzar, bah, ya estaban haciéndolo, solo que vos no habias empezado aún, tenías el estómago cerrado, no te pasaba ni un solo bocado, y todo porque no dejabas de pensar en él. Por supuesto que cargabas con gran parte de la culpa, pero no era justo que ni siquiera contestara tus mensajes o llamadas, capaz era tu turno de ' rogar' está vez.


Tu hermano te miraba atentamente desde el otro lado de la mesa, y es que era un poco sorprendente que no hayas comido nada, pero le sonreiste para tranquilizarlo, aunque sabías que no había comprado esa sonrisa para nada.

Ayudaron a tu abuela a juntar la mesa, y los cinco volvieron a salir al patio,  para sentarse en los sillones de madera de la galería, vos al lado de tu abuela recibiendo sus ' mimitos' en el pelo. Beltrán y Gonzalo que no paraban de correr detrás de los perros.







-¿como vas con Pedro? -- preguntó tu abuelo, que tenía tus pies encima de sus piernas y te hacía cosquillas, por lo que recibia tus patadas--

-bien viejito-- dijiste riendo--

-deja de decirme viejito porque te voy a tirar a la pileta-- dijo y sonreiste--

-lo tendrías que haber traido-- dijo tu abuela, te hubiese encantado traerlo pero estaban peleados--

-no podía dije-- dijiste riendo--






Siguieron allí, los tres mirando como tus hermanos jugaban, hasta que tus abuelos decidieron ir a dormir un rato, dejándote a cargo de los otros hombres.

Llegó un momento en el que Gonzalo quedó tan cansado que se sentó a tu lado.






-No sé de dónde saca tanta energía te juro, no doy más-- dijo y vos reiste--

-¿queres dormir? Lo llevo a la plaza que está acá a dos cuadras-- dijiste--

-¿Harias eso por mi?-- preguntó pestañeando sus ojos rápido. Vos golpeaste su hombro y reiste--

-perdete antes de que me arrepienta-- dijiste y el te dió un beso para luego levantarse y desaparecer dentro de la casa-- ¡Gordo! ¿Vamos a la plaza?-- preguntaste y el vino corriendo-

-¡Si! ¡si! -- dijo el y sonreiste-- ¿Llevamos a Bady?-- preguntó--

-llevalo-- dijiste rodando tus ojos, y el corrió hacia adentro para buscar su correea--






A los pocos minutos estaban caminando hacia la plaza. El clima era perfecto, no hacia ni frío ni calor, por lo que estar tanto tiempo debajo del sol, no te hacia nada.

Una vez que llegaron, Beltrán salió corriendo hacia los juegos, y vos, junto a Bady se consiguieron un lugar en uno de los bancos que estaba alrededor y cerca de tu hermano, quien no paraba de tirarse del tobogán a cada rato.  En ese momento aprovechaste para sacar tu celular, necesitabas noticias de tu novio, pero lamentablemente había señales de él. Suspiraste, estabas volviéndote loca de tanto torturarte a vos misma con el pensamiento, tu imaginación no era una buena compañía en momentos de tensión como este, lo único que hacía era hacerte sentir peor de lo que ya estabas.

Decidiste dejar de pensar en él, y te dispusiste a observar a tu hermano, que jugaba felizmente, en su mundo y ajeno a lo que sentías, pero no era su culpa, sino tuya, pero mientras lo veías jugar, pudiste ver una gorrita que se te hizo conocida, tu corazón latió con fuerza y te pusiste de pie para ' acercarte un poco más a Beltrán'. Tus pulmones dejaron de funcionar cuando viste a tu novio 'elongando' y regalándole sonrisitas a Aldana....Su secretaria.


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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente