Capítulo 60

Lamentablemente y con el paso de los días, el calor del verano estaba despidiéndose para dar lugar a la brisa de otoño, no te gustaba el frío para nada, pero eran las leyes de la naturaleza y contra eso no podías hacer nada.

La cabeza te dolía terriblemente, pero tenías que ir al colegio, porque de lo contrario, no había nadie que se encargara de tu hermano menor. Así que con todas las fuerzas del mundo te levantaste de la cama, y te cambiaste para ir al cuarto de tu hermano.

Helena se había ido a visitar a tu familia, y volvería mañana, tu papá nuevamente estaba de viaje y no te quedaba otra opción más que hacerte cargo de la casa y tus dos hijos, o hermanos, porque a esta altura no sabías que eran.

Beltrán se había levantado con todas las pilas y no dejaba de saltar, querías retarlo pero no te daba el corazón, simplemente sonreiste y lo dejaste ser, luego bajaron a desayunar y se prepararon para ir al colegio. Te odiaste al recordar que el auto no tenía nafta, por lo que tenían que ir caminando.

Abrigaste bien a tu hermano y salieron hacia el colegio tomados de la mano, mientras caminaban él iba contándote las cosas nuevas que había aprendido últimamente, pero por más de que intentabas escucharlo, tu cabeza estaba a punto de explotar del dolor. En ese momento escuchaste el ruido de una bocina, y cuando giraste la cabeza, pudiste ver que se trataba de Pedro, sonreiste mínimamente y ambos se acercaron al auto.







-¡Hola campeón! -- dijo el, saliendo del auto y chocando su puño con el de él-- buen día mi amor-- dijo el y se acercó a besar tu mejilla--

-hola gordo-- dijiste y besaste sus labios. El te miró atentamente y frunció el ceño, vos le sonreiste--

-¿los llevo? -- preguntó y asentiste--

-porfi-- dijiste y el besó tu frente. Luego abrió la puerta de atrás para que Beltrán subiera y tomó tu mano para llevarte al otro lado--

-¿estas bien vos? Tenés una carita-- dijo acariciando su mejilla-- hey, estás calentita-- dijo--

-me explota la cabeza-- dijiste y el besó tu frente--

-¿tomaste algo? -- preguntó y negaste-- ¿como que no? -- dijo--


-es que me levanté a vestir a Beltrán, le preparé el desayuno y me olvidé-- dijiste y el negó con la cabeza. Abrió la puerta y te subiste, el dió la vuelta y se subió, entrelazó su mano con la tuya y la llevó a sus labios--





El camino hacia el colegio fue extremadamente corto, solo les quedaban unas pocas cuadras por caminar, pero agradeciste que Pedro hubiera aparecido, no tenías ganas ni de moverte.

Una vez que llegaron, el giró su cabeza para mirarte, y te acercaste para darle un beso de despedida.

El suspiró y bajo del auto para abrirle la puerta a tu hermano, luego lo tomó de la mano y lo llevó hasta la entrada, a los pocos segundos volvió y se subió nuevamente.






-ya le dije a Beltrán que después yo lo buscaba, vos volvés a casa, estás con un poquito de fiebre-- dijo y lo miraste--

-¿Que? ¡no! Estoy bien amor, solo me duele la cabeza-- dijiste y el negó--

-no estás bien-- dijo, llevando su mano a tu frente-- un día que faltes no va a pasar nada-- dijo el--

-pero mi amor, estoy bien-- dijiste--

-sh-- dijo y bufaste. El se acercó y dejo un beso en tus labios--





Pedro arrancó el auto y pudiste ver que no se dirigían a tu casa, suspiraste y te recostaste en el asiento mientras el volvía a tomar tu mano.

El resto del camino lo hiciste en silencio, no tenías ganas de hablar, lo único que querías hacer era dormir.

Una vez que llegaron al edificio de él, estacionó el auto y luego tomó tus cosas para ayudarte a bajar.

Ambos saludaron a Ernesto y rápidamente subieron.

Pedro te mantenía abrazada, y sentías que no necesitabas nada más que estar entre sus brazos para sentirte mejor, así fue hasta que llegaron al departamento y abrió la puerta para vos, dejó las cosas encima del sillón y tomó tu mano para guiarte al cuarto, nunca te habías puesto tan feliz al ver una cama.




-acostate un rato -- dijo el, ayudándote a quitar tu abrigo. Luego abrió la cama y te dió un beso para que pudieras acostarte, el sonrió y te tapó-- quédate acá un ratito, voy a buscar algo para que te baje la fiebre un poco-- dijo y sonreiste mínimamente--

-no amor, no es necesario... Ya se me va a pasar -- dijiste y el sonrió--

- ya vuelvo-- dijo y sonriendote salió de la habitación--





Vos soltaste un suspiro y te pusiste de costado para abrazar tus piernas.

El dolor estaba volviéndose insoportable, pero tenías que aguantar, no era el fin del mundo.

Estabas a punto de dormirte, cuando escuchaste la puerta del cuarto abrirse.






-¿amor? ¿te dormiste?  -- preguntó susurrando-- Te traje algunos medicamentos-- dijo también entre susurros--

-no Pepe-- dijiste y el se acercó al otro lado de la cama, con una pastilla y un vaso de agua--

-tomate esto--dijo y te sentaste un poco para poder tomar.

-gracias mi amor-- dijiste y el sonrió-- ¿No vas a trabajar? -- preguntó, el negó--

- no, me quedo. Voy a trabajar un rato desde acá--dijo y le hiciste un puchero--

-¿otra vez no vas a ir por mí? Te van echar-- dijiste y el rio--

-tranquila, puedo darme el lujo de hacerlo, además, tengo que cuidarte -- dijo guiñándote un ojo y vos mordiste tu labio inferior-

-te quiero-- dijiste y el se acercó para besarte--

- yo a vos-- dijo y volvió a besarte-- dormí un ratito, así se te pasa. Yo voy a estar en la comedor, gritame si necesitas algo, ¿si? -- dijo y sonreiste-

-¿te quedas conmigo hasta que me duerma?-- preguntaste y el sonrió. Para luego acercarse y besarte--

-por supuesto que sí-- dijo y se sacó la camisa para dejarla colgada y acostarse en la cama a tu lado. El te atrajo hacia su cuerpo y vos pusiste tu cabeza sobre su pecho-- descansa un ratito-- dijo acariciando tu cabello, te espalda, tus brazos.

-gracias por cuidarme-- dijiste besando su cuello--

- de nada mi amor, es un placer-- dijo el y levantó tu barbilla para que pudieras besarlo--





Cerraste tus ojos y comenzaste a disfrutar de sus caricias.

La cabeza seguía doliendote, pero estar entre los brazos de Pedro, recibiendo sus caricias y su amor opacaba todo lo demás. Por mucho que intentaste quedarte despierta para poder seguir recibiendo sus caricias, pero eso no fue posible, porque a los pocos minutos caíste en un sueño profundo.




-Te amo-- lo escuchaste decir, y tu corazón latió con fuerza....No tenías idea de si estabas soñando o en verdad Pedro te lo había dicho--


Quisiste abrir tus ojos y verificar que hubiera sido él, pero no te fue posible...

Aparentemente había sido un sueño, pero uno hermoso, y uno que esperabas que se hiciera realidad pronto.



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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


(más de 12 comentarios y con nombre de Twitter y mañana me tienen nuevamente)