Capítulo 102

El dia pasó tan rápido, que apenas te diste cuenta. 

Cuando salieron del colegio, las tres emprendieron rumbo a tu casa para almorzar juntas, pero a mitad de camino, cambiaron el trayecto y terminaron en un McDonald's.

Mientras esperaban sus pedidos le avisaste a tu papá que no llegarías a comer, ya que las hamburguesas te tentaron una vez más, nadie podía descubrir cuál era la magia de esa comida, pero así era, hacia felices a miles de personas, incluida vos.

Guardaste el celular en la mochila, y tomaste la bandeja, tu comida ya estaba lista.

Las tres se sentaron y dieron rienda suelta al hambre voraz que las tenía cautivas.

-hace tanto no te veía mi amor-- le dijo Naiara a su hamburguesa, haciendolas reir--

-que exagerada-- dijo Camila riendo, vos seguiste comiendo como si nada--

-¿como vas con mi hermano vos?-- preguntaste mientras tomabas un poco de coca- cola. Ella sonrió y bajo la mirada, poniéndose colorada-- Ay boluda, ¿que pasa?-- preguntaste divertida--

-nada, nada, re bien...me tiene tarada--dijo ella--

-¿ya le dieron a la matraca ustedes también?-- preguntó Naiara con esa sutileza que la caracterizaba y por supuesto que mientras seguía comiendo, si antes Camila estaba colorada, ahora estaba de color bordó-- tomo eso como un sí-- dijo y vos reiste--

-decime por favor que no te llevó a su pocilga-- dijiste y ella negó con la cabeza--

-no--dijo y sonreiste--

-entonces significa que estuvieron-- dijiste en un cantito y comiendo una papita--

-basta Paula-- dijo ella y reiste--

-ay gorda, dale, siempre nos contamos todo, ¿que tiene?-- dijo Naiara--

-obvio...además, solo quiero una respuesta, no quiero imaginarte con el asqueroso de mi hermano-- dijiste y ella rió--

-si, ¿contentas?-- dijo y las dos asintieron--

-¿fue en casa? -- preguntaste y ella mordió su labio inferior para luego asentir--¡¿cuando boluda?! Que hijo de puta que te llevó con todos ahí-- dijiste riendo--

-fue el sábado...tu papá no estaba, había ido a cenar con Amelia-- dijo y rodaste los ojos--

-Camila...quiero creer que no usaron mi cuarto-- dijiste apuntándola, ella rió--

-fue en el cuarto de tu papá-- dijo y reiste--

-llegabas a decir Beltrán y me hacía pis-- dijiste -- que hijo de puta, en serio, pero bueno, al menos te llevo a un lugar decente-- dijiste y Naiara rió--

-che...todas de novias acá, entre familia, ¿y a mi cuando me van a presentar a alguien?-- dijo ella media indignada--

-no me digas nada, porque era la más interesada en presentarte a Felipe y no le diste bola, así que cagate -- le dijiste y ella rió--

-pero él no está buscando una novia--dijo haciendo puchero--

-¿quien te dijo que no?-- dijiste y ella te sacó la lengua--

-mala-- dijo y vos reiste. En ese momento tu celular comenzó a sonar en la mochila, rápidamente lo sacaste y sonreiste al ver su nombre en la pantalla-- es mi amor-- dijiste y te levantaste para atender-- ¡amor!-- dijiste alegre, no habías sabido nada de él en todo el día--

-Pau, ¿podes venir?-- preguntó, y tu corazón comenzó a latir con fuerza, su voz sonaba rara--

-si mi vida, voy enseguida, pero ¿que pasa? Te escucho raro-- dijiste--

-por favor veni-- te dijo y de repente sentiste miedo, tu pulso se aceleró y cortaste la llamada. Volviste a acercarte a la mesa y tomaste la mochila.

-chicas...me voy, Pedro me llamó, me dijo que vaya, su voz sonaba rara-- dijiste asustada y ellas te miraron--

-bueno, tranquila gorda… ¿queres que vayamos con vos? -- preguntó Camila levantándose al igual que Naiara.

-no, no….me voy corriendo-- dijiste despidiéndote de ellas--

-avisa cualquier cosa, y por favor tene cuidado-- dijo y saliste disparada hacia la calle--

Caminaste unos pocos metros y gracias a Dios conseguiste un taxi, automáticamente le dijiste la dirección y les avisaste a tus amigas que estabas en camino.

Una vez que llegaste, Ernesto te abrió la puerta y te saludó, vos lo saludaste a máxima velocidad y ni siquiera te molestaste en esperar el ascensor, tu corazón se saldría de tu pecho en segundos si no veías a Pedro ahora mismo. 

Sacaste las llaves de tu mochila tirando todo y abriste la puerta.

-¡¿Mi amor?! -- preguntaste levantando la voz, todo estaba a oscuras, las ventanas estaban cerradas. Apuraste el paso y te dirigiste a su habitación donde lo encontraste tapado hasta la nariz, el alma te volvió al cuerpo y te acercaste a él-- mi vida-- dijiste y lo viste sacar la cabeza-- hey-- dijiste--

-llegaste-- dijo apenas y frunciste el ceño para acercar tu mano a su frente, la misma estaba hirviendo y llena de sudor--

-gordo...estás volando de fiebre-- dijiste destapandolo, la cama estaba toda mojada y su cabello todo húmedo--  amor, ¡¿porqué no me llamaste antes?! ¡mira cómo estás!-- dijiste y lo viste cerrar sus ojos con fuerza, su cabeza debía de estar partiéndose al medio. Mordiste tu labio inferior, ¿que se suponía que tenías que hacer? ¿Que hacia tu mamá cuando tenías fiebre? ¡Ducha con agua fría!-- levántate, vamos al baño-- dijiste y lo ayudaste a levantarse, pero él volvió a caer sentado-- ¿podes mi vida?-- preguntaste agachándote a su altura y besando su mejilla-

Suavemente y con cuidado lo llevaste hacia el baño, abriste el grifo de agua fría y lo metiste, automáticamente comenzó a temblar.

-hace frío Pau-- dijo el, y mordiste tu labio inferior--

-es para que te baje la fiebre un poco mi amor-- dijiste y te acercaste un poco para lavar su cabello--

Con toda la paciencia del mundo, terminaste de bañarlo, y lo sacaste de la ducha para secarlo, debía de sentirse muy mal, porque estaba totalmente entregado. 

Mordiste tu labio inferior, era una total tentación desnudo pero estaba enfermo.

-¿me esperas acá? Voy a buscar un boxer-- dijiste y el asintió para luego sentarse en la tapa del inodoro--

Saliste del baño rápidamente y buscaste uno de sus calzoncillos para volver, lo ayudaste a ponérselo , estaba tan mareado que le costaba mantenerse de pie, le daba pena que tuvieras que vestirlo.

-mi amor, ya te conozco… no se que te da vergüenza-- dijiste besando su pecho mientras secabas su cabello con una toalla pequeña--

-no me gusta estar enfermo-- dijo un poco débil--

-a nadie le gusta estar enfermo, pero me encanta que me hayas llamado para cuidarte-- dijiste besando sus labios y le pasaste una camiseta por la cabeza -- voy a cambiar las sábanas para que te acuestes tranquilo-- dijiste y el asintió. Otra vez corriste al cuarto y quitaste las sábanas para reemplazarlas.

Lo hiciste tan rápido que te sorprendiste de vos misma, otra vez volviste al baño para buscarlo y tomaste de su mano para llevarlo a la cama, el se acostó y vos lo arropaste.

-voy a traerte algo calentito-- dijiste y besaste su frente. Al parecer le había bajado un poco, pero no tanto-- te amo-- le dijiste y saliste del cuarto para tomar las llaves y bajar a la farmacia para comprar algo que pudiera hacerlo sentir mejor.




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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


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