Capítulo 91

Una vez que terminaron de almorzar, Pedro y vos ayudaron a Anita a dejar todo en orden antes de que los demás llegaran.

Cuando dejaron todo más o menos presentable, decidieron dormir un ratito la siesta para poder salir a pasear en la tarde, vos lo hiciste más por Pedro que por otra cosa, el había manejado y debía de estar cansado aunque te dijera lo contrario.

Así que cuando estuvieron dentro de la habitación, te cambiaste con tu pijama y te metiste en la cama para esperarlo a él, que no tardó en llegar y acostarse a tu lado.






-amor, es imposible dormir con todas las cortinas abiertas-- dijo él, bufando, vos sonreiste--

-ya está el quejoso...Vas a ver que si podés-- dijiste y el suspiró, para acercarse más a vos y apoyar su cabeza sobre tu pecho-- mis mimitos te van a hacer dormir-- dijiste y lo sentiste sonreír--

-si es así no lo dudo entonces-- dijo y levantó la cabeza para besarte-- te amo-- dijo y sonreiste--

-yo a vos-- dijiste acariciando el cabello de su nuca-- ¿estas cansadito? -- preguntaste trazando patrones abstractos sobre su espalda y hombros con una de tus manos--

-mm no lo estaba hasta que empezaste a acariciarme de esa forma...Ahora creo que tengo sueño-- dijo y sonreiste--

-mis mimitos son mágicos-- dijiste--

-nuestro amor es mágico-- dijo y mordiste tu labio inferior--

-¿estas en modo Romeo hoy?-- preguntaste--

-no, pero alguna que otra babosada nunca viene mal-- dijo y reiste, mientras seguías acariciando su cabello, su nuca, su espalda​, todas las partes de su cuerpo que tenías a tu alcance.




Largos minutos después, sentiste que la respiración de Pedro se hizo un poco más lenta y pausada, clara señal de que estaba dormido o a punto de hacerlo, igualmente seguiste con tus caricias, por más de que se te durmieran los brazos haciéndolo, amabas mimarlo de esa forma.

Luego de un rato, estabas intentando dormir vos también, pero no sabías porqué no podías hacerlo, sin embargo estabas allí, con ganas de dormir y sin inspiración alguna para lograrlo.

Sin más opciones, te quedaste allí, disfrutando de sentir los latidos del corazón de Pepe tan cerca de tu pecho, y dando rienda suelta a tus pensamientos.

 Sonreiste, porque ni en mil vidas te hubieras imaginado tu vida de esta forma, con el mejor amigo de tu hermano y primer amor durmiendo sobre tu pecho, de novia, con una relación hermosa y vos más feliz que nunca... Sentías que ahí era tu lugar, era ahí donde debías estar, donde te sentías en paz, plena...Donde eras vos misma.

Cómo pudiste, te estiraste hasta tomar tu celular, tenías miles de mensajes de tus amigas que pensabas responder en un rato. Mientras tanto, miraste cada una de tus redes sociales y terminaste tentandote a sacar una foto, te acomodaste de forma que tu cara no se viera, y tomaste una de Pedro durmiendo sobre tu pecho, mordiste tu labio inferior al verla, era tan lindo que dolía, tan lindo y todo tuyo, todo su amor era tuyo, solo tuyo.

Si bien la idea de que todas las minas admiraran la belleza de tu novio no te entusiasmaba demasiado, últimamente tenías una pequeña obsesión con compartir algunos momentos con él, como este por ejemplo...Donde no te importaba nada más que él.

'Mi amor, mi lugar...Mi todo 😍 '



Una vez que la compartiste, respondiste como pudiste cada uno de los mensajes de tus amigas, quiénes se preocupaban por saber cómo la estabas pasando. Y mientras lo hacías, sentiste que tocaron la puerta, no quisiste responder porque temías a que Pedro despertara, pero la puerta se abrió y Ana entró al cuarto, ella sonrió al verlos.





-comodisima debes estar-- dijo ella y sonreiste-- vamos a comprar algo para los mates, te vi en línea  en WhatsApp pero no me contestaste -- dijo ella entre susurros--

-no puedo hacer mucho tampoco-- dijiste y ella rió-- pero ya me levanto--dijiste y ella asintió para luego salir de la habitación--



Como pudiste y con toda la suavidad del mundo, moviste a Pedro para poder salir de la cama, él se removió pero al instante volvió a acomodarse para volver a dormir, sonreiste, sí, estaba cansado y no te lo iba a decir.

Rápidamente te cambiaste, y sin hacer ruido saliste del cuarto para bajar y encontrarte con Ana, quien te esperaba toda sonriente como siempre.



-¿lista?-- preguntó y asentiste--


Ambas salieron rumbo a la panadería más cercana para comprar medialunas y demás. Rápidamente volvieron y se encontraron con que un auto llegaba a la casa, supusiste que era el hermano de Pedro y su familia.

Vos y Ana entraron a la casa a dejar todo y volvieron a salir para recibirlos,  Federico bajó con dos nenas tomadas de sus manos, y una mujer con un bebito. Sonreiste.





-¿Flaquita? ¿sos vos?-- preguntó en cuanto te vio y sonreiste--

-la misma-- dijiste y el rió-- para, antes de que me abraces, tenemos una sorpresita, ¿verdad Antonia?-- preguntó a la más grande y ella asintió. Vos frunciste el ceño--

-¿para mi? -- preguntaste y Fede hizo señas a la nena para que vaya a buscar 'la sorpresa'. Vos seguiste con la vista a la pequeña y a los pocos segundos apareció con...¿ Beltrán? , Rápidamente miraste a todos y tu hermano corrió hacia vos así que lo tomaste en brazos y lo abrazaste-- mi amor...¿que haces acá?-- dijiste riendo--

-¿te gustó la sorpresa?-- preguntó besando tu mejilla--

-obvio que sí-- dijiste besando su mejilla reiteradas veces-- saluda a Anita mi amor--dijiste bajándolo y acercándote a Fede--¡estas loco! ¡Gracias!-- dijiste abrazándolo --

-estas hermosa flaca-- dijo besando tu mejilla-- mira, estás dos son mis hijas, Antonia y Carmela, ella mi mujer Andrea y mi hijo Francisco-- dijo y saludaste con un beso a todos-- mirá amor. Ella es la famosa Paula, de ella eran las fotos que Pedro robaba-- dijo y reiste--

-¡ por fin te conozco che! Escuché solo maravillas de vos--dijo Andrea y sonreiste--

-Gracias por traer a mi hermano, juro que no sé cómo agradecerles-- dijiste y ella sonrió-

-agradecele a tu Romeo... El llamó y y organizo todo--dijo y mordiste tu labio inferior-- y Beltrán es un sol... Antonia tiene un nuevo compañerito para jugar-- dijo ella y sonreiste. Los dos tenían casi la misma edad--





Todos juntos entraron a la casa,  y ayudaste a entrar las cosas de Andrea, ya que ella estaba con su bebé y no podía. Había dos cuartos más, por lo que una la ocupados Fede y su mujer, y la otra era para los chicos.

Vos por tu parte, estabas con Beltrán a upa, que no paraba de darte besos en las mejillas, a alguien se le había pasado el enojo y no podías estar más feliz de que estuviera ahí con vos.

Dejaron las cosas y vos  seguiste hasta la habitación que compartían con Pedro.


-vamos a despertar a Pepe, ¿queres? -- preguntaste y el recargo su cabeza sobre tu hombro. Caminaste hasta la cama y te sentaste con Beltrán en tus piernas para acariciar la espalda de tu hombre-- mi vida... Despertate-- dijiste moviéndolo despacito, el se removió un poco y se dió la vuelta quedando boca arriba.

-mm ¿que hora es? --preguntó totalmente dormido-

-van a ser las cinco gordo-- dijiste y él se refregó los ojos con sus manos--

-Veni a darme un beso-- dijo y Beltrán lo miró, Pepe aún no abría los ojos por lo que no lo había visto todavía--

-tenemos visitas-- dijiste y el abrió los ojos, encontrándose con los dos. Automáticamente sonrió--

-veo que te dieron la sorpresa sin mí-- dijo él y sonreiste para besar la mejilla de tu hermano-- ¡Hola campeón!-- dijo el sonriendo--

-Hola-- dijo el, escondiendo su cara en tu cuello. Vos frunciste los labios y Pedro te tiró un beso--

-ya me levanto, vayan abajo--dijo y asentiste, pero antes el se sentó en la cama y te dió un beso--



No querías que  Beltrán se comportara de esa forma, pero al parecer seguía un poco celoso.

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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


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