Capítulo 95

Aún no podías acostumbrarte a la sensación tan hermosa de despertar tan calentita y entre los brazos de la persona que amabas, y esperabas no hacerlo nunca porque querías disfrutarlo toda la vida.

Te removiste un poquito, y lo sentiste asustarse, sonreiste y finalmente abriste tus ojos, los refregaste con tus manos y te acostumbraste a la luz del día. 

Te diste la vuelta aún entre sus brazos y te quedaste viéndolo, era tan lindo y tan tuyo, sus ojos cerrados, su respiración pausada y pesada...besaste su barbilla suavemente, con tus manos comenzaste a acariciar su rostro, delineando sus cejas con tus dedos, su nariz, sus labios y sin poder resistirte te acercaste a darle un beso, momento en el que finalmente despertó.

-Hola... perdón, te desperté-- dijiste y el sonrió--

-hola...no hay nada más lindo que despertarme asi-- dijo y sonreiste--

-te amo--dijiste y el se acercó para esconder su cabeza en tu cuello--

-te amo-- dijo y te abrazó más fuerte--

- vamos a levantarnos, deben estar todos abajo-- dijiste pero él no se movió ni un centímetro--

-no...quédate acá conmigo-- dijo y reiste--

-dale bombón-- dijiste y el puso una pierna encima de tu cuerpo, vos volviste a reír--

-no quiero levantarme, si nos hacemos los dormidos nadie nos va a molestar-- dijo y volviste a reír--

-mi amor dale-- dijiste y el se separó para poder desperezarse--

-que mala que sos--dijo y se sentó en la cama-- no me hables más-- dijo y rodaste los ojos para luego reir--

- perfecto-- dijiste y te acercaste para besar su hombro-- igual te amo-- le dijiste y te levantaste​ tambien para dirigirte al baño.

Mientras te cepillabas los dientes, lo viste entrar al baño ignorándote completamente, sonreiste mirándolo a través del espejo, estaba de lo más pancho haciendo sus necesidades como si no existieras.

- se que no te tengo que hablar...pero el baño está ocupado señor Pedro-- dijiste y el se encogió de hombros. Reiste y saliste del baño para volver al cuarto y cambiarte de ropa.

Te pusiste un Jean, una remera, y un buzo arriba, si bien había sol afuera, la cercanía del mar, hacia que el día fuera un poco fresco. Te ataste el pelo en una colita, te pusiste las zapatillas y finalmente decidiste bajar.

Efectivamente todos estaban sentados en la mesa, desayunando y tomando mates.

-Buenas--dijiste apareciendo. Todos te miraron con una sonrisa--

-Hola Pauli-- saludaron y te acercaste a tu hermano para besar su mejilla.

Te uniste a ellos y comiste unas cuantas galletas que estaban allí, al poco tiempo, Pedro se unió a ustedes, pero esta vez, se sentó del otro lado de la mesa. Anita te miró y vos te encogiste de hombros para luego sonreír, era un nene, eso pasaba.

Más tarde, decidieron preparar algo de comida ligera  para ir a almorzar en la playa.

De a poco y entre todos fueron llevando las cosas. Haber aceptado venir fue la mejor decisión que habías tomado en mucho tiempo, y estabas contenta...feliz.

- ¿estas contento mi amor? -- le preguntaste a tu hermanito, quien estaba sentado entre tus piernas--

-si Pau...me gusta mucho este lugar-- dijo y sonreiste para abrazarlo--

-¿ya no estás más enojado conmigo?-- preguntaste y el negó--

-no... Porque Pedro me prometió que me iba a pedir permiso para llevarte a pasear-- dijo y reiste para negar con tu cabeza--

-ah, bien...entonces me alegro, no me gusta que mis hombres estén peleados-- dijiste y el sonrió para luego salir a correr--

-¿de que hablaban? -- preguntó sentándose a tu lado y lo miraste--

-ah, ¿me estás hablando ahora? ¿no era que no tenía permitido hablarte?-- preguntaste y el se encogió de hombros--

- no puedo cumplir...no cuando te amo tanto y estás tan linda que me dan ganas de abrazarte -- dijo haciéndote reír. El se acercó un poco más y te rodeó con su brazo para acercarte a si cuerpo--  ahora sí-- dijo besando tu frente--

-gracias por traerme... Estoy re contenta-- dijiste y el sonrió--

-me gusta saber que soy el causante de eso-- dijo y besaste su mejilla--

-lo sos...el único culpable de mi felicidad-- dijiste--

-hermosa-- dijo y sonreiste-- está noche quiero llevarte a cenar, los dos solitos, ¿que te parece?-- preguntó-- ir a pasear por ahí, llevarte a un lindo lugar-- dijo y besaste su mejilla--

-me encantaría mi vida-- dijiste y el besó tus labios--

-el único problema va a hacer que el enano me dé permiso...no se para que le prometí eso, ahora me da miedo-- dijo y reiste para luego abrazarlo--

- mmmm te regalo pedirle permiso-- dijiste y el besó tu mejilla--

-¿cuando me vas a dejar hacerte el amor?-- preguntó cerca de tu oido--

-estas medio insistente con el tema eh-- dijiste-- ¿tan desesperado estás?-- preguntaste moviéndote un poco y rodeando su cuello con uno de tus brazos--

-por vos estoy desesperado-- dijo besándote. Pero no por mucho, porque Beltrán los interrumpió, queriéndote mostrar el caracol enorme que había encontrado--

-¡Mira Pau! ¡mira este caracol!-- dijo el super emocionado-

-¡wow! ¡es enorme gordo!-- dijiste agarrándolo-

-¡si! ¡mira Pedro!-- le dijo a tu novio y el lo agarró mirándolo con la misma admiración que él--

-¡es gigante! -- le dijo Pedro y ambos se miraron sonrientes-- vamos a buscar más los tres, ¿queres?-- le dijo y el asintió rápidamente para luego tomar su mano y obligar a tu novio a levantarse, obviamente que hicieron lo mismo con vos y te levantaste con ellos--

Beltrán caminaba con ustedes tomando sus manos, señalando cada cosa que podía y vos no podias estar más feliz. Te habías cansado de sacar fotos a tus hombres juntos, y te ibas a cansar el doble de subir fotos de ellos.

-Campeon...-- dijo Pedro, apretando tu mano--

-¿que?-- preguntó Beltrán, mientras levantaba la cabeza para mirarlo, al mismo tiempo que limpiaba sus manitos sobre su Jean --

-¿me podés dar permiso de llevar a tu hermana a cenar esta noche?-- preguntó y mordiste tu labio inferior para no reír, tu hermano lo miró y luego a vos--

-¿puedo ir con ustedes?-- preguntó y miraste a Pedro--

-pensaba llevarte mañana a McDonald's con Pau-- dijo y sabías que con eso lo compraría--

-¿de verdad?-- preguntó--

-si...pero si me dejas llevarla a pasear está noche-- dijo Pedro y tu hermano suspiró--

-esta bien...pero no mucho tiempo, Paula tiene que dormir temprano igual que yo-- dijo y quisiste reír otra vez--

-trato hecho--dijo Pedro y ambos se pasaron la mano--,

-¿y a mi nadie me va a preguntar qué quiero hacer?-- preguntaste--

-no Paula, porque somos hombres, estamos haciendo negocios-- dijo él, muy serio--

-ah listo...soy un negocio-- dijiste indignada, Pedro sonrió--

-el negocio más lindo del mundo-- dijo haciéndote reír--

Los tres siguieron buscando caracoles, hasta que les dió hambre y tuvieron que volver hacia donde estaban todos. No querías que ese fin de semana terminara jamás.

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Espero que les guste la historia!!! COMENTEN COMENTEN❤❤❤❤❤


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